Polonia reelige como presidente al ultradrerechista Andrzej Duda con 51.2% de los votos

El presidente ultranacionalista y euroescéptico Andrzej Duda fue reelegido en el cargo con el 51.2% de loso votos, según los resultados difundidos este lunes por la Comisión Electoral Nacional, dato que tardó en salir por lo apretado de los resultados.

Duda se impuso en segunda vuelta al centrista liberal y europeísta Rafal Trzaskowski, alcalde de la capital Varsovia, quien obtuvo un 48.7% de los sufragios.

La victoria que posterga a Duda por cinco años se dio con una participación del 68.12% de los 30 millones de electores habilitados que asistieron a votar a pesar de la pandemia del coronavirus. «Ganar las elecciones con casi un 70 % de participación es algo fantástico, quiero agradecérselo a todos mis compatriotas (…) Quiero continuar con las políticas que he llevado a cabo hasta ahora. Mantendré el diálogo con mis compatriotas y eso no cambiará», quien se proclamó ganador a pesar de que los datos de la Comisión no son definitivos.

Trzaskowski, por su parte, afirmaba el lunes por la noche estar aún «absolutamente convencido» de que iba a ser el vencedor una vez se contaran todas las papeletas. En la primera vuelta, celebrada el 28 de junio y con un total de 11 candidatos, Duda había sido ya el más votado, con el 43.5% de los votos emitidos, mientras que Trzaskowski se hizo con el 30.46% de las papeletas.

Las presidenciales polacas estaban previstas originalmente para celebrarse el 10 de mayo, pero se aplazaron por la crisis sanitaria. Los comicios se llevaron a cabo siguiendo estrictas condiciones de higiene y seguridad en ambas rondas.

Apostando a la extrema derecha

Duda pertenece al partido Ley y Justicia (Prawo i Sprawiedliwość, o «Pis»), de ideología ultranacionalista, ultraderechista, católica y proteccionsita.

Estuvo en el poder entre 2005 y 2007 y volvió al gobierno en 2015 gracias a su victoria en las elecciones de ese año.

Con Pis, Duda propone aumentar drásticamente las penas para delitos graves y restablecer la pena capital. Asegura que luchará contra la corrupción buscando llevar a la cárcel a políticos y civiles corruptos.

Es un duro euroescéptico que chocaba con la posición más bien europeista de Trzaskowski. Cree que la Unión Europea debería «beneficiar a Polonia y no al revés».

En lo económico, es neoliberal, ultraliberal y proteccionista aunque en algún momento fue más cercano a la economía social de mercado.

Tanto él como su partido se oponen a la eutanasia, el matrimonio entre personas del mismo sexo y a la despenalización de las drogas. En junio, había prometido que, de postergarse en el cargo, impulsaría una prohibición total para que parejas homosexuales adopten niños.