Policía de California mata a disparos a joven de 22 años, hijo de argentinos

En medio de las protestas por el crimen racial de George Floyd, un afroamericano asfixiado por policías durante un arresto en Mineápolis, la Policía de Vallejo, California, ahora está en la mira después de que trascendiera que el pasado 2 de junio un joven de 22 años de ascendencia argentina fuera asesinado a tiros por un efectivo policial que ahora está en licencia administrativa.

Las patrullas llegaron atendiendo un llamado por supuestos saqueos y se encontraron, entre otras personas, al joven Sean Monterrosa. A la llegada de los oficiales el chico se puso de rodillas con las manos alzadas pero el oficial disparó en cinco ocasiones causándole la muerte horas después en un hospital. El efectivo Jarrett Tonn justificó su accionar aduciendo que el joven portaba un arma, pero luego se comprobó que lo que llevaba era un martillo que tenía en la cintura y no en la mano.

Sus padres y sus hermanas son representados por el abogado de derechos civiles John L. Burris, quien es conocido por defender a muchas víctimas de la violencia policial y racial en todo Estados Unidos. «No tenía nada oculto. El chico estaba de rodillas. Y cuando estás de rodillas y tienes las manos en alto estás rendido. Eso no es justificativo para disparar y matarlo (…) Es fundamentalmente incorrecto dispararle a alguien que estaba intentando rendirse», aseguró el abogado.

La hermana de la víctima, Michelle Monterroso, acudió junto con su familia y una gran multitud a una marcha desde el Ayuntamiento de Vallejo hasta la estación de Policía. «Estos oficiales sienten que pueden hacer lo que les de la gana. Sean sabía que el sistema estaba hecho para oprimir a las personas de color, estaba enojado; él decía ‘¿por qué todavía nos están matando de esta manera?'», dijo la muchacha a la gente.

Defensa del policía

El jefe de la Policía de Vallejo, Shawny, Shawny Williams, defendió el accionar del oficial Tonn alimentando las sospechas de que Monterrosa estaba en el lugar para robar una farmacia. Williams adujo que el efectivo disparó porque «pensó que había visto la culata de un arma en el bolsillo de la sudadera pero resultó ser un martillo» y que por percibir eso como una amenaza disparó.

Tonn está de licencia administrativa, no ha sido despedido y seguirá recibiendo su salario íntegro mientras duren las investigaciones.

Sean era un conocido por los derechos de la comunidad latina y, a pesar de su corta edad, era un activo manifestante en distintas causas por los derechos humanos. Su padre, Neftalí Monterrosa, un médico cirujano argentino migrado hace 24 años con su esposa Laura a California, trabaja también hace más de 20 años en un bar del barrio Castro de San Francisco, conocido por ser uno de los epicentros mundiales de la lucha por los derechos de las poblaciones sexualmente diversas.