Prohibieron uso de tapabocas y aumentaron los casos de coronavirus
En Nicaragua no autorizaron el uso de barbijos en hospitales a personal de la salud y aumentó la cantidad de funcionarios médicos que dieron positivo.
El gobierno de Nicaragua expuso a quien están luchando en primera línea contra el COVID-19 y los resultados fueron el aumento de contagios en personal de la salud. De hecho ahora hay 154 funcionarios de hospitales con el virus.
Según medios de Nicaragua, la medida gubernamental apuntó a aparentar que viven un momento de normalidad para no alarmar a la población, sin embargo, el resultado no fue bueno.
Según estadísticas del Observatorio Ciudadano, red de voluntarios que llevan un conteo paralelo al del gobierno, registraban 246 trabajadores de la salud infectados hasta el 20 de mayo, 11 de ellos fallecieron a causa del virus.
Los números oficiales y los del observatorio no coinciden. Mientras desde el gobierno el registro que han dado a conocer sumaba 17 fallecidos, para el observatorio hay 465 decesos que califican “por neumonía y sospechosos de COVID-19”. Según autoridades oficiales han tenido 279 casos desde que detectaron el primero. Mientras que para el observatorio han sumado 2.323 infectados.
La conducción gubernamental de Daniel Ortega no atinó a cerrar las fronteras, no pararon las clases y no exhortaron a la cuarentena. Incluso, y en contra de todos los protocolos mundiales, estimularon la realización de actividades masivas como marchas, actividades recreativas y ferias.
Según informe de Amnistía Internacional: “El gobierno ha seguido una política de poner deliberadamente en peligro a su población en el contexto de la pandemia de COVID-19, al fomentar reuniones sociales, provocar la preocupación específica y pública de la Organización Panamericana de la Salud y restar importancia a la pandemia”.
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