Bolsonaro en crisis: Apunta a ganar popularidad entre los más pobres con un cheque de R$600
El mandatario ha visto su imagen deteriorada debido al pésimo manejo que su administración ha hecho de la pandemia y a los casos de corrupción que rodean a su familia.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha perdido gran parte del apoyo con que contaba antes de la pandemia, debido al deficiente manejo que ha realizado su administración de la pandemia del coronavirus. La crisis política en la que está sumido es cada vez más profunda: ha visto cómo se le van dos ministros de salud en un plazo de un mes, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich; renunció también el ministro de Justicia, Sergio Moro -quien lo acusó de querer intervenir en la Justicia para favorecer familiares-, y la ministra de Cultura, Regina Duarte.
Relacionado con la denuncia de Moro, el sábado se hizo público un video en el cual se le ve en una reunión realizada el pasado 22 de abril junto con varios de sus ministros y quedó registrado cómo profería insultos y palabras fuertes contra la Policía Federal por investigar a familiares suyos por corrupción.
El video fue hecho público por orden del juez Celso de Mello, del Tribunal Supremo Federal y se trata de una pieza importante en la investigación que trata de dilucidar si Bolsonaro intentó bloquear el trabajo que la PF realiza con respecto a las acusaciones a sus dos hijos.
Un cheque a los más pobres
Los más críticos del presidente ultraderechista han señalado cómo el reparto de un cheque de 600 reales (equivalente a unos 110 dólares) entre los quintiles de más bajos recursos del país le ha resultado en una mejora en la popularidad.
El gobierno ha decidido entregar ese cheque entre los trabajadores informales y en aquellas familias más pobres, lo cual le ha mejorado algunos puntos de popularidad en las más recientes encuestas.
A pesar de que calificó al coronavirus como una «gripecita», dijo que los Brasileños eran «inmunes» y participa de importantes aglomeraciones pidiendo el fin de las cuarentenas, cerca de un tercio del electorado lo ve con buenos ojos. Dentro de ese porcentaje figuran los más fieles e inamovibles, cerca de un 15%, mientras el resto lo conforman una base más volátil en la que sorprende un aumento de aprobaciones en el noreste de Brasil, una de las regiones más empobrecidas del país.
Hasta ayer, el gigante de Sudamérica registró un total de 347.398 contagios, con 16.508 nuevos casos en las últimas 24 horas, y 22.013 fallecimientos por el virus, tras registrar 965 óbitos durante la última jornada. Es así como Brasil se posiciona en el segundo lugar de los países más afectados por la pandemia, solamente superado por Estados Unidos.
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