Ministro de Salud de Israel dijo que el COVID-19 era un «castigo divino»’. Ahora dio positivo
Yaakov Litzman, un líder judío ortodoxo, ha sido duramente criticado por su gestión de la pandemia en Israel.
El ministro de Sanidad israelí, Yaakov Litzman, el mesa pasado había asegurado que el coronavirus era un «castigo divino» por la homosexualidad, sin embargo y para su propio pesar, esta semana trascendió que dio positivo por COVID-19.
Según publica el diario The Times of Israel, Litzman, de 71 años de edad, ha sido señalado por la oposición y sectores médicos de violar pautas de su propio ministerio, como por ejemplo el distanciamiento social, al seguir asistiendo a la sinagoga a los servicios religiosos con grandes grupos de personas.
Israel fue uno de los primeros países en cerrar sus fronteras a inicios del mes pasado para luchar contra la expansión del coronavirus. Hasta este 8 de abril, el país tenía 9.755 contagios y 79 muertes por el virus.
Insisten en congregarse
El problema es que más de un tercio de los contagiados son miembros de la comunidad judía ortodoxa (que representa el 10% de la población israelí), de la cual Litzman es un conocido líder. Estos se han negado a seguir las pautas del gobierno y siguen congregándose en sus sinagogas y yehsivot (escuelas talmúdicas) que los rabinos no cerraron pese a las órdenes sanitarias.
Para Dov Lipman, exdiutado y también rabino, el ministro de Sanidad no tenía la intención de perjudicar al resto de la sociedad israelí. Pero al no comunicar la estrategia del gobierno a su comunidad, es responsable de «un fracaso catastrófico».
Lipman recordó que uno de los valores «más importantes» de los Haredim (que significa «temor a Dios» en hebreo) es la preservación de la vida. Para salvar la vida, los judíos tienen permitidas pecados excepcionales, excepto el asesinato, la idolatría y la inmoralidad sexual. En este sentido, el cierre temporal de las sinagogas, para proteger a una comunidad en tiempos de crisis sanitaria, está totalmente permitido por la ley judía, destacan expertos.
Para Gideon Malach, especialista de los ultraortodoxos en Israel Democracy Institute, un centro de análisis de Jerusalén, el ministro «directamente no entendió el peligro» de la pandemia del coronavirus.
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