Industria médica de EE.UU. rebaja salarios de sus trabajadores por pérdidas durante la pandemia

Empleados de la salud de Estados Unidos están denunciando en redes sociales que los hospitales en los que trabajan les han empezado a recortar sus salarios debido a que, por la pandemia del coronavirus, sus servicios de salas de emergencia están ganando menos dinero.

«Mi hija es trabajadora médica y están en la primera línea de la batalla; me contó que sufrirá un recorte salarial del 15% debido a que se están realizando menos cirugías en el hospital. Debemos ignorar a los accionistas y sacar provecho de la asistencia sanitaria. Los trabajadores que se exponen a COVID19 merecen un pago por riesgo, no recortes salariales», escribió en Twitter Mike Larsen, residente de Plain City, Ohio.

Cameron Beach, oriunda de Chicago, Illionis, contó que su padre es un médico emergenciólogo. «Su hospital le va a recortar el salario a él y a todos los que trabajan en la primera línea debido a que la empresa está perdiendo dinero por la baja de pacientes que no tengan COVID-19. ¿Recordar salarios al personal médico justo ahora? ¿Qué diablos?», contó por medio de su cuenta de Twitter.

Keith Hall, un médico de Atlanta, Georgia, respondió a Beach alertando que esto está pasando en todo Estados Unidos. «Soy un médico de urgencias.
Esto está sucediendo sobre todo el país. Los volúmenes de la sala de emergencias se han desplomado porque las personas no están saliendo y por eso hay menos heridos y enfermos por otra cosa que no sea COVID-19″.

 

«¿Quién va a pagar por esto?»

Una de las historias más desgarradoras que se han viralizado en Estados Unidos es la del médico Derrick Smit.

Smit, quien trabaja en un hospital de Nueva York, el foco más complicado de la pandemia en EE.UU., atiende a pacientes con coronavirus. El momento más complicado que ha tenido que vivir es el de un hombre contagiado que estaba a punto de morir asfixiado. Con el poco aliento que le quedaba y esbozando palabras apenas audibles le preguntó: «¿Y quién va a pagar por esto?»

La pregunta la hizo en relación a la orden que dio Smit de intubar al paciente y conectarlo a un respirador. El doctor decidió llamar a la esposa del hombre para que discutieran las cuestiones financieras del caso.

«Esta situación es, con mucho, lo peor que he presenciado en mis 12 años de cuidados intensivos y anestesia. Esto me ha roto el corazón a un nuevo nivel: tener que escuchar a un paciente moribundo usar sus últimas palabras para preocuparse por el costo económico de cuidar su salud», se lamentó el galeno.

«Este país es verdaderamente un estado fallido, y es tan repugnante ser testigo de primera mano más crudamente que nunca», agregó.

«Los países que tienen sistemas de atención de salud universales, financiados con fondos públicos, están en mejores condiciones para coordinar sus respuestas y atender a los enfermos», concluyó.