CONTRADICCIÓN

Trump sobre energía eólica: «Lo he estudiado más que nadie pero no entiendo nada de eso»

El mandatario estadounidense habló sobre energías renovables pero se contradijo al afirmar que "no entiende nada" de energía eólica a pesar de "haber estudiado eso más que nadie".

 

El presidente Donald Trump renovó sus ataques de larga data contra la energía eólica en un mitín realizado el pasado sábado frente a la organización estudiantil pro-Trump «Turning Point USA».

Trump recurrió a criticar a los molinos de viento después de hablar mal del Nuevo Acuerdo Verde (Green New Deal), la propuesta de los demócratas de izquierda para abordar el cambio climático y la desigualdad en los EE.UU.

Trump argumentó que los molinos de viento son «ruidosos» y «matan a las aves», y criticó el hecho de que muchos son construidos fuera de los Estados Unidos, «principalmente en China y Alemania», según él.

«Nunca entendí el viento. Saben, conozco mucho sobre molinos de viento. He estudiado eso mejor que nadie que conozco. Son muy costosos. Se fabrican principalmente en China y Alemania, muy pocos se fabrican aquí, casi ninguno». dijo el mandatario ultraconservador.

Acusó a la industria de la energía eólica de producir «humos», aduciendo que se producen supuestos «vapores» al fabricarlos. «Están arrojando gases a la atmósfera. Saben que tenemos un mundo, ¿verdad? Entonces, el mundo es pequeño en comparación con el universo. Una tremenda, tremenda cantidad de humos y demás. Estoy hablando de la huella de carbono; esos humos vuelan por los aires, ¿correcto?, ¡Vuelan! Ya sea aquí, en China o en Alemania, van al aire. Es nuestro aire, su aire, todo».

Foto: Flickr / The White House
Foto: Flickr / The White House

Más críticas

Trump también los describió como un problema para cualquiera que viva cerca de ellos: «Y si posees una casa con visión de algunos de estos monstruos, tu casa pierde el 50% del precio. Son demasiado ruidosos».

El mandatario adujo que las torres eólicas están «matando águilas calvas en California» y que al pie de estas estructuras hay un verdadero «cementerio de pájaros».

Si bien es cierto que hay aves que mueren al volar en las turbinas eólicas, según distintos estudios hechos en Norteamérica son muchas más las que mueren al chocar con torres de teléfonos celulares y de radio, o en encuentros con gatos u otros depredadores.

La Asociación Estadounidense de Energía Eólica sostiene que, si bien hay emisiones de carbono durante la construcción de molinos de viento, la mayoría de los proyectos de energía eólica recompensan sus propias huellas de carbono dentro de los seis meses posteriores al inicio de las operaciones.

 

 

 

 

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