Al menos 348 muertos y cientos de heridos tras un sismo de 7,3 en la frontera de Irán e Irak
Medios internacionales reportan que se trata de uno de los mayores terremotos sufridos en Oriente Medio: se ha sentido desde El Líbano hasta Kuwait.
Irán declara el estado de emergencia en sus provincias occidentales por el seísmo de magnitud 7,3 registrado en la frontera entre Irak e Irán.
Hasta el momento se ha confirmado el fallecimiento de al menos 348 personas, mientras que otras 4050 han resultado heridas en la provincia de Kermanshah (oeste), según informó el vicepresidente de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Behnam Saidi, quien alertó que la cifra podría aumentar en el correr de las horas debido a que muchas personas siguen atrapadas entre los escombros.
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— Ehsan Kosari (@ehsan_seismo) 12 de noviembre de 2017
El sismo se registró en la noche de este domingo a 204 kilómetros al noreste de Bagdad, y a 104 kilómetros al oeste de la ciudad iraní de Kermanshah a una profundidad de 10 kilómetros, según el Centro Sismológico Europeo.
Se trata de uno de los mayores terremotos que hayan tenido lugar en Oriente Medio y según informan las autoridades se ha sentido en toda la región, desde el Líbano hasta Kuwait.
Cerca de 14 réplicas han sido registradas en Irán después del terremoto.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), precisó que el terremoto ha sido de magnitud 7,2 y que el foco se registró a una profundidad de 33 kilómetros, a unos 32 kilómetros de la ciudad iraquí de Halabja.
Tras el sismo, el USGS emitió una alerta «naranja» por posibles «muertes relacionadas con temblores y pérdidas económicas».
El presidente iraní, Hasán Rohaní, ordenó al Ministerio del Interior proporcionar lo antes posible toda la ayuda necesaria a los habitantes de las zonas afectadas.
Tanto la Media Luna Roja de Irán como el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica y el Ejército persa han enviado efectivos para ayudar a las zonas afectadas.
En Irak, el ministro de Salud del gobierno regional del Kurdistán informó que al menos siete personas murieron y docenas quedaron heridas.
La ciudad de Darbandijan fue la más dañada, donde también se vio dañado su hospital principal que quedó sin electricidad. Hubo derrumbes de viviendas por lo que no se descarta que haya personas bajo los escombros.
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