COSTUMBRES

Premio Pulitzer afirma que la muerte de Bin Laden fue una mentira orquestada por Estados Unidos

El periodista Seymour Hersh, ganador del Premio Pulitzer, acaba de publicar en el “London Review of Books”, que la muerte de Osama Bin Laden ocurrió de modo muy distinto al que cuenta la versión del Pentágono. El galardonado afirma que su versión corresponde a un ex agente del espionaje paquistaní, que le reveló los detalles a cambio de una suma de dinero. Para Hersch, las “mentiras” sobre el fin del líder de Al Qaeda, son casi totales, y ni siquiera el presidente Obama y su séquito de Gobierno, vieron en tiempo real –por la cámara colocada en el casco de un soldado- lo que ocurrió: “No hubo ningún tiroteo en la casa de Pakistán” afirma el cronista. “Y tampoco arrojaron el cadáver de Bin Laden al mar, como nos han querido hacer creer”, puntualiza.

Las afirmaciones de Hersh fueron incendiarias. «Hay demasiadas inexactitudes y afirmaciones sin fundamentos en este artículo como para responder punto por punto», dijo Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC). Foto: Institute for Policy Studies.

Hersh detala que Estados Unidos supo donde estaba Bin Laden cuando un espía del ISI -el servicio de inteligencia militar de Pakistán- se presentó directamente en las oficinas de CIA en Islamabad, en agosto de 2010, buscando obtener la recompensa millonaria en dólares que se ofrecía. El espía, cuyo nombre no publica el periodista, ahora vive en Estados Unidos, donde trabaja como consultor de la CIA, agrega.

El ISI tuvo a Bin Laden prisionero desde 2006 en una casa situada a tres kilómetros de la Academia General del Ejército, en Abbottabad, a minutos de un importante centro de mando táctico. El fundador de Al Qaeda estaba muy enfermo, y había sido puesto bajo tratamiento médico por el propio ISI, en una casa con “barrotes en las ventanas y alambre de púas en el tejado, sin protección especial y aislado de todo”, según Hersh.

Estados Unidos negoció con Pakistán la entrega del prisionero, y los pakistaníes accedieron, poniendo como condición que no saliera vivo del lugar donde estaba. Otro tanto exigió Arabia Saudí, que había financiado muchas de las operaciones de Al Qaeda –muchos afirman que también el 11-S- y no querían que confesara ningún vínculo entre los saudíes y el terrorismo organizado.

Según el periodista, a Osama lo mataron sin inconveniente alguno ya que los custodias paquistaníes se habían retirado para esa ocasión. Después de matarlo cuando intentaba huir, “vaciaron los cargadores en el cadáver a tal punto que el cuerpo de Bin Laden se desintegró, por lo que la Casa Blanca dijo que el cuerpo había sido arrojado al Océano Índico” desde el portaaviones Carl Vinson.

La Casa Blanca rechaza de plano la versión

Fuentes de la Casa Blanca dijeron que “carece de fundamento” lo publicado. «Hay demasiadas inexactitudes y afirmaciones sin fundamentos en este artículo como para responder punto por punto», dijo Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC).

Por su parte The Washington Post publica una fuente innominada de la CIA señalando que “esa versión es un sinsentido”.

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