DECLARACION

Colectivo Eco-feminista del Uruguay cuestiona evento sobre alimentación organizado por la Intendencia de Canelones

En el marco del día Mundial de la Alimentación, el Colectivo Eco-feminista del Uruguay, DAFNIAS, integrante de la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales, difundió una declaración cuestionando a la Intendencia de Canelones por la realización del evento “Canelones TED Alimenta/por soberanía alimentaria 2022”, en la que manifiesta su descontento por no haber invitado “a ninguna mujer, ni a científicas, ni tampoco a productoras”, indica el comunicado.

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La organización que fue creada en 2016 por un grupo de feministas de distintas áreas académicas y en forma intergeneracional, surge a partir de la necesidad de analizar la crisis ambiental actual desde una perspectiva de género, afirman sus integrantes.

En su reciente misiva indican que “casi un 80% de la producción de alimentos en el mundo la realizan campesinos y pequeños productores familiares. En América Latina, de estos pequeños productores el 50% son mujeres. Las mujeres rurales y campesinas producen la mayoría del alimento, sin embargo no acceden a la titularidad de la tierra. Su trabajo tanto en la producción de alimentos así como en el cuidado de sus familias lleva a que las tareas relacionadas con el comer estén a cargo de ellas. La brecha de género en el acceso, control y titularidad de la tierra tienen un impacto directo en el derecho a la alimentación”.

En otra parte de la declaración el movimiento eco-feminista del Uruguay cuestiona si es posible resolver los problemas de inseguridad alimentaria sin tener en cuenta a quienes producen la mayor cantidad de alimentos en el mundo, y si se puede hablar de resolver la desigualdad en el acceso a la alimentación y la mejora de la situación económica de quienes trabajan en la producción alimentaria “sin considerar a pequeños productores y a las mujeres productoras de alimentos en particular”.

“En este evento organizado por el gobierno departamental de Canelones, no se invitó a ninguna mujer, ni a científicas, ni tampoco a productoras. Esta mirada sesgada y androcéntrica a la situación de inseguridad alimentaria y la transformación de sistemas agropecuarios para responder a la crisis climática y de biodiversidad limita las posibilidades de respuesta, innovación y diseño de políticas públicas para atender a problemas importantes que enfrentamos como país, región y mundo.”, afirma el colectivo DAFNIAS.

Un panel masculino con intereses corporativos

En otra parte del comunicado la organización eco-feminista expresa que el evento “Canelones TED Alimenta/por soberanía alimentaria 2022” organizado por el Gobierno de Canelones estuvo conformado por un panel de hombres que promueven la agroindustria y la producción de alimentos genéticamente modificados, “la mirada de este panel de ingenieros agrónomos varones con intereses directamente relacionados con grandes corporaciones como BIOCERES y visiones industriales de la producción agropecuaria, promueve la intensificación de la producción de alimentos genéticamente modificados en los que se usan fertilizantes y se produce a gran escala monocultivos o lechería para la exportación. Sin embargo, esta solución que nos venden como innovación se sustenta en viejas ideas como el menosprecio de saberes locales, la tecnología como solución a los problemas sociales y el crecimiento económico como índice de buena calidad de vida. Estas ideas son las mismas que sustentan el modelo imperante, del que la revolución verde fue símbolo y al que hoy se le pone un nuevo nombre más políticamente aceptable “sustentabilismo” o “convergencia tecnológica 2.0”.

Asimismo DAFNIAS aclara que “no se dice o se invisibilizan las bases que sostienen este modelo de producción agropecuaria industrial basado en combustibles fósiles, los mismos que son responsables de la crisis climática y ambiental por la que tenemos sequías, inundaciones y eventos climáticos extremos. Este modelo basado en la intensificación de la producción depende del uso de fertilizantes sintéticos hechos de combustibles fósiles así como también de la utilización de maquinarias/robots/celulares, también transporte de la producción que utiliza combustibles. Los alimentos que se producen de esta manera son mayormente para la alimentación de animales que viven en granjas en las cuales son tratados de forma cruel, con el uso de antibióticos y la producción de residuos que contaminan el suelo y las aguas generando impactos en la salud del planeta y las personas.”, apunta la declaración eco-feminista.

Encuentro por Soberanía Alimentaria realizado en Nyeleni-Selingué

En la declaratoria el colectivo eco-feminista hace referencia al encuentro de Mujeres Reunidas por la Soberanía Alimentaria realizado en Malí en febrero de 2007, en el cual declararon que “el modelo industrial y las transnacionales amenazan la existencia de la agricultura campesina, de la pesca artesanal, de la economía pastoril y también de la elaboración artesanal y del comercio de alimentos en pequeña escala en zonas urbanas y rurales, sectores donde las mujeres juegan un rol importante… Estamos movilizadas. Luchamos por el acceso a la tierra, a los territorios, al agua y a las semillas. Luchamos por el acceso al financiamiento y al equipamiento agrícola, por las buenas condiciones de trabajo, por el acceso a la formación y a la información, por nuestra autonomía y por el derecho a decidir nosotras mismas y también a participar plenamente en la toma de decisiones”.

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El problema del hambre son las políticas de Estado

El comunicado ecofeminista propone otro camino y define al problema del hambre no por la falta de conocimiento sino por cuestiones de políticas de Estado que promueven la agroindustria y el monocultivo para la exportación. “Pensar un futuro donde se pone la vida en el centro requiere el desarrollo de estrategias para defender la tierra con justicia social, ambiental y de género. Esas innovaciones tienen que incorporar a los actores sociales directamente involucrados/as en la producción de alimentos en el territorio y valorar sus saberes. El problema del hambre y el acceso a la alimentación en el Uruguay no son por falta de conocimiento. Estos problemas tienen que ver con políticas de Estado que promueven la agroindustria y el monocultivo para la exportación por sobre la producción familiar y de pequeños productores agroecológicos que utilizan métodos que son amigables con el ambiente, dan diversidad de alimentos inocuos y con mayor valor nutritivo”, aclara DAFNIAS.

“Promover la transición hacia formas de producción agroecológica, la formación e investigación local en agroecología dando acceso a la tierra a quienes la trabajan en vez de a personas que las manejan a distancia ofrece posibilidades de futuro que aporten a la mayoría de quienes producen nuestro alimento en Uruguay hoy: productores/as familiares o de cooperativas en Canelones y la zona metropolitana”, concluye la declaración del colectivo eco-feminista del Uruguay.

Discurso de Pepe Mujica en evento “Canelones TED Alimenta/por soberanía alimentaria 2022”

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, se realizó el evento "Canelones TED…

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