EE.UU.: legisladores inician una batalla a largo plazo para restablecer el derecho al aborto

Senadores y representantes estadounidenses, así como gobernadores de ambos partidos, marcan y hacen públicas sus posiciones respecto a la interrupción voluntaria del aborto (IVE), y prometen dar una batalla fuerte y prolongada, en un país sumamente dividido a favor y en contra.

Por tercer día consecutivo, los defensores del derecho al aborto se movilizaron frente a la Corte Suprema de Justicia en Washington, tribunal que anuló el fallo Roe v. Wade que despenalizó a nivel federal el derecho en cuestión en 1973, al tiempo que anuló leyes federales y estatales que lo prohibían.

En pocas horas, ocho estados activaron sus legislaciones “gatillo”, que se dispararon cuando se anuló el fallo; tal es el caso de Misuri, que prohibió totalmente el aborto en prácticamente todos los casos, y se espera que sean unos 27 los estados que sigan estos pasos. 

Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur -del ala más ultraderechista de los republicanos-, dijo que esta derogación era “una maravillosa noticia en defensa de la vida”. En el estado que administra, ya de por sí estaba prohibido el aborto en todos los casos, incluso en violación, incesto o embarazos ectópicos. 

El gobernador Asa Hutchinson, de Arkansas, argumentó por su lado que “obligar a alguien a llevar a término un embarazo” para salvar a un bebé por nacer constituye un empleo “apropiado” del poder del gobierno. Sin embargo, se opone a una prohibición desde el nivel federal del gobierno, un objetivo que se han fijado los movimientos religiosos y de extrema derecha, que avanzan a pasos agigantados en todos los niveles de poderes, tanto federales como estatales.

La ciudadanía estaba a contracorriente de la decisión de la corte, de mayoría conservadora: 67% de las mujeres desaprueban el fallo, y 59% de la ciudadanía en general también estaba en contra en una encuesta del medio CBS.

Los demócratas prometen luchar

Los demócratas han reaccionado desde el Poder Legislativo, prometiendo los derechos reproductivos de las mujeres en todas las formas posibles.

La gobernadora del estado de Michigan, Gretchen Whitmer, dijo que va a “luchar como el infierno” por defender el derecho a la IVE y aseguró que avanzará con una orden judicial, que ya fue presentada en ese sentido. 

La candidata demócrata a gobernar Georgia, Stacey Abrams, declaró a CNN que en los próximos días su estado prohibirá los abortos en todos los casos (excepto cuando la vida de la madre corra extremo peligro), lo que calificó de “espantoso”, y adelantó que, si es gobernadora hará “todo lo posible para revertirlo”.

La congresista demócrata progresista, Alexandria Ocasio-Cortez, alertó un escenario de pesadilla que pronto se volverá realidad para miles de mujeres en los estados ultraconservadores, ya que muchas se verán obligadas a parir bebés indeseados o provocados por violaciones sexuales, o bien practicarse abortos en lugares clandestinos a falta de dinero para viajar a otros estados en donde sea legal.

Demócratas en el Parlamento presionan al presidente, Joe Biden, para que tome medidas inmediatas para proteger el derecho al aborto. En una carta enviada a su despacho el sábado por la noche, un grupo de 34 senadores dicen que lo sucedido en la Corte Suprema “es un ataque sin precedentes contra mujeres y el resultado de décadas de activismo de los extremistas republicanos”. 

Los congresistas reconocieron las palabras del mandatario, que dijo que el viernes había sido “un día triste para la Corte y para el país”, pero lo urgieron a “tomar medidas audaces” y a “usar todas las fuerzas del gobierno federal para proteger el acceso al aborto en EE.UU.”.

En una entrevista con NPR el sábado, la senadora de Washington, Patty Murray, dijo que le había pedido a la administración que tuviera un plan para todo el gobierno el día uno, tan pronto como la Corte Suprema emitiera su decisión.

“No podemos esperar días o semanas para tomar medidas para las personas que hoy necesitan este tipo de atención, están sentadas en sus hogares muertas de miedo, preocupadas por su propia salud, preocupadas por su propia situación económica, preguntándose qué diablos pueden hacer. hacer. Cada día que pasa es un día demasiado”, añadió. 

“Les pedimos (a Biden y su gobierno) que busquen en cada caja de herramientas para determinar qué pueden hacer para asegurarse de que las personas puedan acceder a la atención que necesitan”, añadió la legisladora. 

El fiscal general de Biden, Merrick Garland, dijo el viernes que los estados no pueden prohibir la píldora abortiva mifepristona. Pero las legislaturas controladas por los republicanos han estado trabajando para restringir el acceso al aborto con medicamentos, incluida la aprobación de leyes que impiden el uso de la telesalud para recetar las píldoras.