DERECHOS ADQUIRIDOS

Derecho al aborto en EE.UU. se enfrenta a una Corte Suprema ultraconservadora

En varios estados del país el aborto es un derecho. En otros es un delito duramente castigado. La Corte Suprema de Justicia estadounidense dilucidará ahora si se avanza o retrocede en el acceso a la IVE.

Una mujer protesta en Saint Paul, Minnesota, con un cartel que pide mantener el aborto seguro y legal en Estados Unidos. Foto: Flickr / Lorie Shaull
Una mujer protesta en Saint Paul, Minnesota, con un cartel que pide mantener el aborto seguro y legal en Estados Unidos. Foto: Flickr / Lorie Shaull

El derecho al aborto en los Estados Unidos empezó este miércoles a atravesar un calvario al entrar en la Corte Suprema de Justicia, reestructurada por el presidente, Donald Trump, con magistrados ultraconservadores y afines a sus políticas de derecha.

El máximo tribunal del país analizará una ley del estado de Louisiana, que puede derivar en el cierre de clínicas en las cuales las mujeres se pueden someter a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

Esta ley es parecida a una ley del estado de Texas que la misma corte invalidó en 2016, según explica a AFP Mary Ziegler, profesora de derecho de la Universidad de Florida.

Trump, que estratégicamente ha sumado a la derecha religiosa a su causa para conseguir más votantes para la reelección, ahora hace campaña contra el aborto a fin de complacer a estos segmentos, y en ese sentido, hizo inclinar la balanza del tribunal hacia el lado conservador al nombrar a dos magistrados con posturas tradicionales.

«¿Conducirá esta reorganización a un cambio en la jurisprudencia?», se pregunta Ziegler, quien cree que el supremo tribunal mostrará hasta que punto esta se toma en serio los precedentes de sus mismas decisiones pasadas, en particular el sonado caso Row versus Wade de 1973, que reconoció el aborto como un derecho por primera vez en la historia estadounidense.

Retroceso en derechos

Más de 200 congresistas republicanos y dos demócratas piden a la Corte considerar el regresar la legislación al estado anterior al caso Row versus Wade, cuando cada uno de los 50 estados era libre de prohibir la IVE sin que hubiera por encima de sus leyes locales la legislación federal.

Este caso «ilustra el carácter imposible del ‘derecho al aborto’ definido en Roe» y «la necesidad de que el Tribunal» piense en anularlo, escribieron a la corte en un documento los legisladores.

En el sentido contrario, los defensores de los derechos de las mujeres insisten en que cada mujer debe poder decidir sobre su cuerpo sin que terceras personas tenga injerencia. «Estamos presenciando ataques sin precedentes contra los derechos de las mujeres», dijo Travis Tu, abogado del Center for Reproductive Rights, que defiende a los demandantes. «Es esencial que la Corte Suprema intervenga y recuerde que las mujeres tienen el derecho constitucional de optar por abortar».

La Corte Suprema debatirá una ley de 2014 en Louisiana en bajo la cual se obliga a los médicos que realizan abortos a obtener una autorización para ejercer su profesión en un hospital ubicado a menos de 50 kilómetros del lugar de la intervención. para Tu, se trata de una excusa tecnicista para cerrar clínicas y solamente uno centro especializado en IVE podría seguir operando en el conservador estado sureño en el cual se realizan unos 10.000 abortos por año.

Luisiana invoca la necesidad, en caso de complicaciones, de poder transferir a las pacientes a hospitales vecinos. El estado sostiene que la ley permitirá también «evaluar la competencia» de los médicos.

El tribunal bloqueó en 2019 la entrada en vigencia de una ley por consideraciones de fondo. Los jueces nombrados por Trump, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, votaron a favor de Luisiana, pero, inesperadamente, el presidente de la corte, John Roberts, se unió a sus cuatro colegas progresistas para bloquear la ley.

 

 

 

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