«La Cumbia Feminazi», una canción de protesta contra el uso de ese término antifeminista

La cantautora mexico- americana Renee Goust decidió dar respuesta a las decenas de usuarios anónimos que la insultan y la llaman feminazi a ella y a otras tantas mujeres, principalmente en las redes sociales, por el simple hecho de defender sus derechos y exigir igualdad.

La Cumbia Feminazi, como se titula la canción fue presentada en su versión acústica por Goust el año pasado, y se hizo viral en los medios latinos de Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Ahora la cantante presentó un videoclip con la letra de canción que ya fue grabada con una banda sonora, y anunció que en julio saldrá el video oficial del tema.

En 2016 cuando Renee presentó su tema escribió en su cuenta de Facebook que era su «respuesta al acoso que demasiado frecuentemente sufrimos las mujeres al querer defender nuestros derechos. El que creamos merecer derechos básicos como el respeto y la equidad de género parece enfurecer a muchos, y en respuesta pretenden desprestigiar y demeritar nuestro avance usando el ignorante término «Feminazi», instituido por el republicano de ultra derecha Rush Limbaugh en 1992, para describir a las mujeres que en ese momento luchaban por el derecho a decidir sobre su sistema reproductivo y su cuerpo».

«Sin deber y sin temer, solo por ser mujer y un poco frágil. Un hombre me dijo feminazi(…)» comienza diciendo el tema que afirma «qué poca sensibilidad hay que tener para tomar algo tan cruel, tan históricamente hiriente y pretender utilizarlo para imponerse”.

«¿Qué se debe responder poco insulto puede haber que llegue a compararse?», afirma la cantante que llama a tener presente un sabio consejo que dice «ignora al ignorante».

«Ya mero le atinaste, casi, al apodarme feminazi, pero un detalle te falló: la que camina por las calles con miedo soy yo» destaca la canción que le pregunta al agresor «¿y dime según tú dónde están, mis cámaras de gas?, en una clara referencia a los métodos del nazismo.

La canción también presenta una parte con el argumento de los hombres que suelen usar ese término ofensivo contra las feministas y expresa: «Libertina vete a casa, vete a planchar la ropa a tu marido, tu lugar es la cocina, fiel mesera sin propina, ponte modosita y fina o te dejan por la vecina. Y no es que uno sea machista, pero óigame ya creen que se mandan solas, pues, descuidaron la familia y a mi nadie me hace wey, no tendré trono ni reina pero sigo siendo el rey».

«No me llames feminazi no, solo porque mi autoestima ya te amenazó», concluye el tema.