La derecha revive campaña de odio contra López Obrador

El mes de septiembre de 2019, cuando los mexicanos celebran el 209 aniversario del inicio de luchas independentistas, ha transcurrido en medio de campañas de odio contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y su proyecto de la Cuarta Transformación.

Los opositores situados en la derecha recalcitrante están enojados al comprobar que durante los primeros nueve meses de gestión, el nuevo gobierno de centro-izquierda trabaja por separar el poder político del poder económico.

Unos días después de que Andrés Manuel (AMLO) presentara su Informe de Gobierno (1º de septiembre) los principales diarios de circulación nacional como El Universal y Reforma, así como varios periódicos regionales, entre ellos El Informador y El Occidental, en el estado de Jalisco, insisten en los peligros de lo que llaman “el populismo” y de lo que consideran apunta al recorte de libertades individuales.

Habían transcurrido unas horas después del Desfile de la Independencia que se realiza tradicionalmente, en la patria de Ricardo Flores Magón, cada 16 de septiembre, cuando Ximena García, copilota de la empresa particular de aviación Interjet, manifestó públicamente, a través de las redes sociales, su deseo de que ocurriera un bombardeo sobre la plaza pública denominada El Zócalo, en la Ciudad de México, donde el presidente López Obrador asistía a los festejos con varios integrantes de su gabinete, mientras recibía ovaciones de miles de mujeres y hombres de diferentes edades que apoyan el proyecto de la Cuarta Transformación.

Fuerte e irracional

El mandatario comentó el miércoles 18 de septiembre durante la habitual rueda de prensa en Palacio Nacional que en una democracia se deben garantizar la pluralidad, la libertad de expresión y el derecho a disentir.

Cuando los reporteros insistieron en el tema sobre la declaración de odio de Ximena García, el Jefe del Ejecutivo calificó de “fuerte e irracional” el comentario público de la copilota de aviación.

Desde el año 2006 cuando AMLO fue candidato a la Presidencia, dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN) emprendieron una campaña de odio contra el político progresista presentándolo en los medios de comunicación como: “Un peligro para la nación”.

Después del fraude electoral de julio de 2006, operado por el entonces presidente Vicente Fox Quesada (2000-2006), AMLO llamó durante 12 años a sus seguidores a luchar pacíficamente por vías políticas, sobre todo de participación electoral, para obtener un gobierno que abra las puertas a los derechos de todos y cierre las puertas a la corrupción y la desigualdad.

Durante 35 años, entre 1983 y 2018, los dirigentes de la clase política tradicional y sus aliados en las grandes empresas y corporativos financieros se acostumbraron a privatizar lo público, a practicar la corrupción todos los días y además hacer creer que robar y simular son acciones compatibles con la “democracia moderna” y su versión neoliberal.

Por eso muchos ciudadanos y pobladores de México expresaban en los recientes 20 años que “es mejor votar por alguien que, aunque robe, también permita robar”.

Con ese espíritu neoliberal y “modernizador” crecieron en México el narcotráfico, los femicidios, muchas formas de crímenes, además de la impunidad.

En los estados que actualmente son gobernados por la centro-derecha y derecha, como Jalisco y Guanajuato, continúan al alza las campañas de intimidación hacia la población. Se amenaza, se calumnia y se persigue, de diferentes formas, a quienes votaron en julio de 2018 por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y a quienes apoyamos desde el año 2005 el proyecto humanista, progresista y de transformación social de Andrés Manuel López Obrador.