Cine

De los cortos de facultad a Conquest, la serie de Netflix

María Zanocchi, graduada de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual de ORT, trabajó como jefa de locaciones en la serie de Netflix Conquest, que estuvo rodando en Uruguay semanas atrás.

Tras haber trabajado durante años en cientos de spots publicitarios y seis películas —entre ellas la estadounidense Blindness—, la graduada de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual de la Universidad ORT Uruguay, María Zanocchi, estuvo dos años alejada de la industria.

El nacimiento de su primera hija y el hecho de querer estar más presente en el hogar fueron razones fundamentales para ese alejamiento temporal, que hizo que se embarcara en un emprendimiento de macetas compostables —junto a una pareja amiga—, proyecto que estuvo incubado en el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE) de ORT. “Este trabajo de filmar era muy sacrificado y yo en ese momento tenía una hija de un año y medio. No quería estar tres días sin dormir o en una preproducción en la que desaparecés a la merced del cliente que viene del exterior por solo unos días. Por eso surgió la oportunidad de las macetas y la agarré. Estuve primero desarrollando el producto con una pareja de amigos y luego la etapa de comercialización, pero allí tuvimos diferencias y me abrí”, contó Zanocchi.

María Zanocchi / Foto: Gonzalo Viera Azpiroz
María Zanocchi / Foto: Gonzalo Viera Azpiroz

La vuelta al ruedo

El tiempo hizo que volviera de a poco a su primer amor. Pero una llamada en particular la metió de lleno nuevamente en el mundo audiovisual: era para trabajar nada menos que en la megaproducción de una de las series de Netflix, Conquest, producida por Keanu Reeves.

“Una amiga locacionista me llamó para ofrecerme trabajar como asistente de locaciones. Acepté porque era una tremenda producción, pero por unas vueltas de la vida terminé siendo jefa”, narró la graduada de ORT.

Según cuenta, su rol consistía en solicitar las habilitaciones para filmar en los distintos espacios públicos, así como también encargarse de la logística del rodaje, tarea que, según dijo, no fue fácil. “Te pueden tocar rodajes de 15 personas o a veces de más de 200, como ocurrió aquí. Me encargaba, junto al equipo de logística, de organizar todo lo que era la capacidad edilicia para soportar el catering de las personas, el lugar para que se cambiaran, maquillaje, peluquería y la logística de los vehículos. Fue como organizar un gran circo”, explicó.

En cuanto a la elección de las locaciones, la producción ya había venido con prácticamente todos los lugares elegidos, por lo que en ese sentido, la tarea se simplificó. Es que Gabriela Rosés, la productora ejecutiva de la serie, es uruguaya y esposa del director de Conquest, Carl Eric Rinsch, por lo que ya conocían Uruguay y llegaron al país con la mayoría de las locaciones elegidas. Desde el equipo de Zanocchi, entonces, el trabajo consistió en gestionar autorizaciones y todos los procesos con la Intendencia de Montevideo, por los cambios en la Plaza Independencia. “También, nos encargamos de los ‘puntos de vista’, es decir, balcones o ventanas que eran más que nada para la dinámica de la filmación”, dijo Zanocchi.

Según contó, pese a la cantidad de gente que trabajó durante la semana que duró la filmación de la serie en Montevideo, “salió todo espectacular”. “Es interesante la dinámica de los rodajes y la perfección del trabajo en equipo que es necesario para lograr una producción así. Tanto a nivel de precisión temporal como de dinámica”, aseguró y agregó: “creo que Uruguay es una excelente plaza de rodaje por las locaciones, pero también por la capacidad técnica del uruguayo en cuanto a la toma de decisiones, al flujo de trabajo, entre otras cosas”.

La polémica de la plaza

Cada vez que el director decía “corte”, los blandengues entraban a la plaza para custodiar el Mausoleo de Artigas. “Era cómico y a la vez impresionante como se metía la cuestión popular en el rodaje junto a todo ese mundo de fantasía que se estaba creando en el lugar”, recuerda con humor.

Con respecto a la polémica que se generó por la modificación de la Plaza Independencia, Zanocchi dijo que le pareció bien que el uruguayo sintiera esa responsabilidad ciudadana. «Creo que es algo que hace mucha falta: hacerse cargo de lo propio. Vemos que todo el tiempo la gente tira basura, que no cuida el entorno, que no cuida el medioambiente. Ese sentimiento de pertenencia que surgió en la gente estuvo bueno”, opinó.

El hecho de haber sacado el ceibo, que llevaba ahí más de un siglo, fue, según Zanocchi, lo que molestó más a la gente. “El ceibo no lo matamos nosotros, sino que estaba muerto hace años”, aclaró.

Aseguró que muchos vecinos “los odiaron” y que muchos otros los alentaban a continuar con este tipo de proyectos. La graduada contó que un día estuvo casi media hora hablando con una señora que le mencionó varios de los problemas que la megaproducción le estaba generando. “No le llegaba el delivery del supermercado porque estaba toda la plaza cerrada, y tenía razón. Pero yo le decía que si me llamaba —porque todos los vecinos tenían nuestros teléfonos—, le hacíamos llegar el delivery”, contó la licenciada.

El trabajo en equipo como pilar fundamental

Lo mejor de este tipo de proyectos, de acuerdo a Zanocchi, es el trabajo en equipo. “Te forma en liderazgo, te da unas raíces de trabajo y de confianza donde uno no puede fallar en el equipo. Hay que sortear los obstáculos. No es una opción que no se filme por tu culpa”, aseguró.

En cuanto a la carrera en ORT, dijo que le dio muchas herramientas para trabajar en equipo. “En mi generación dirigimos un corto por alumno. Filmamos un verano entero para los cortos de tesis y eso te da un know how impresionante. El día que filmamos el primer corto éramos unos, y el día que filmamos el último éramos otros”, finalizó.

Maria Zanocchi / Foto: Gonzalo Viera Azpiroz
Maria Zanocchi / Foto: Gonzalo Viera Azpiroz
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