California está siendo arrasada por una de las peores temporadas de incendios de su historia

El estado de California, en el oeste de Estados Unidos, está siendo arrasado por una de las temporadas de incendios más violentas de su historia, y el gobierno del presidente Donald Trump se vio obligado a declara el estado de desastre para liberar fondos federales.

La declaración pondrá a disposición de las autoridades y servicio de emergencias estatales dinero y recursos materiales para ayudar a los condados afectados en temas como vivienda, infraestructura y servicios de salud.

La semana pasada, las llamas fueron provocadas por un inusual aluvión de relámpagos y avivadas por una ola de calor abrasadora con temperaturas que superaron los 40 grados centígrados por varios días. Aunque el clima más fresco y húmedo durante la noche ayudó a los bomberos a ganar terreno, «aún no estamos fuera de peligro», dijo el sábado la jefa de la unidad de bomberos de California, Shana Jones. «El próximo pronóstico del tiempo no está a nuestro favor».

El gobernador californiano, Gavin Newson, dijo en rueda de prensa que «se han quemado más de 400.000 hectáreas y nuestros recursos se están agotando». «Requerimos la ayuda de otros estados y países», alertó.

Dos grandes incendios, el LNU Lightning Complex (cerca del famoso condado vinícola de Napa Valley y los condados de Lake, Solano y Sonoma) y el SCU Lightning Complex (en los condados de Santa Clara, Alameda, Contra Costa, San Joaquin y Stanislaus) ahora se ubican como el segundo y el tercero más grandes registrados en la historia del estado.

Hasta el sábado, unos 560 focos estaban activos a lo lago del «estado dorado», ubicado sobre la costa oeste de los Estados Unidos dentro de los dos «complex», que son como se agrupan a estos fuegos para la mejor coordinación de los bomberos y militares.

Los meteorólogos han advertido que las cosas podrían ponerse aún más difíciles, emitiendo una advertencia de bandera roja para el domingo por la mañana hasta el lunes por la noche. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre la posibilidad de tormentas eléctricas secas, y señaló que «los relámpagos y los vientos erráticos y racheados alrededor de las tormentas serán la principal amenaza». Las tormentas no solo podrían iniciar nuevos incendios, sino también avivar las llamas que ya arden en el estado.

El servicio de Bomberos de California(Cal Fire) tiene operando el 96% de sus camiones disponibles en todo el estado en los complex, lo que deja en estado de vulnerabilidad a pequeñas localidades que vieron partir a sus unidades.