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Que nos contagiemos de virus es culpa nuestra, no de los murciélagos

Los murciélagos no representan un riesgo particularmente especial entre los mamíferos, según sugiere una investigación, y los virus de murciélago que nos llegan a menudo dependen mucho más de nosotros que de ellos.

Foto: Pixabay
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Los murciélagos tienen muy mala fama, alimentada por mitos como el de Drácula y películas en donde son retratados como animales sangrientos y agresivos que chupan sangre humana (solo 3 de las 1.240 conocidas son hematófagas). Algunas personas los odian porque ocasionalmente habitan áticos y chimeneas, mientras que otros simplemente los expelen por «espeluznantes» o «peligrosos».

Sin embargo, a medida que el nuevo coronavirus arrasa en todo el mundo, su presunto vínculo con los murciélagos ha presentado a estos mamíferos como los artífices de todo lo malo que nos está pasando. Aunque los orígenes del SARS-CoV-2 permanecen envueltos en el misterio, muchos expertos creen que probablemente comenzó en los murciélagos, luego pasó a través de otro huésped animal -se sospecha de los pangolines-, antes de dar el fatídico salto hasta el primer humano contagiado allá en un sucio mercado de animales exóticos de Wuhan, China.

Es fundamental rastrear la fuente del virus, tanto para ayudarnos a manejar esta pandemia como para minimizar el riesgo de otros brotes zoonóticos en el futuro. Según la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural, actualmente se sabe de la existencia de más de 1.400 virus y otros patógenos que infectan a los humanos, y más del 60% son zoonóticos, lo que significa que han saltado a nuestra especie de algún animal no humano.

No culpes al murciélago

No sabemos con certeza si este virus proviene de los murciélagos, pero incluso si lo hiciera, aún vale la pena resistir la necesidad de demonizar aún más a estos animales salvajes, que nos benefician más de lo que pensamos

  • Son excelentes polinizadores.
  • Controlan plagas de insectos, como moscas y zancudos, sin dañar el ambiente.
  • Regeneran y mantienen ecosistemas dispersando semillas.
  • El guano (las heces) es un excelente fertilizante.

Si bien los murciélagos son una fuente de algunos virus peligrosos, incluidos los coronavirus similares al SARS y el Ébola, no hay nada especial en los murciélagos que haga que sus virus sean más propensos a infectar a los humanos, según un estudio reciente en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS).

Eso no significa que debamos prestar menos atención a los virus de murciélago, por supuesto, pero sugiere que deberíamos centrarnos en una gama más amplia de animales, no solo en aquellos en los que esperamos encontrar virus zoonóticos. E incluso cuando un virus de murciélago llegue a saltar a los humanos (algo que pasa mayormente porque los comemos), vale la pena señalar la poca influencia que los murciélagos tienen en esa relación, especialmente en comparación con nosotros.

Es comprensible que los virus de los murciélagos hayan llamado mucho la atención en las últimas décadas, y muchos expertos se han preguntado si los murciélagos tienen una probabilidad desproporcionada de albergar virus zoonóticos: esto es cierto y se da porque estos animales tienen unos poderosísimos sistemas inmunitarios que causa que los virus que los usan de huéspedes muten para fortalecerse. Sin embargo, esto no significa que todos los virus que alberguen vayan a saltar a los humanos y que, los que lleguen a saltar, nos causen problemas del tipo del COVID-19.

 

 

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