PROTECCIÓN

Aumenta en 1.000% la población de rinocerontes en Tanzania gracias a la lucha contra la caza furtiva

Gobiernos como el de Tanzania están tomando medidas contra la venta ilegal del marfil y la caza de animales en peligro de extinción.

Foto: Pixabay
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En 2015 solamente quedaban 15 rinocerontes vagando por las planicies de Tanzania. Eran protegidos por el mismísimo ejército porque los cazadores furtivos los miraban a la distancia con lujuria. No es para menos: el kilo de cuerno de rinoceronte vale entre US$60.000 y US$100.000 en el mercado negro.

Tanzania, un país embutido entre Kenia, Mozambique, Zambia y República Democrática del Congo, en el centro este de África, ha implementado potentes políticas de protección de su fauna y ha endurecido las penas de prisión a la caza furtiva. Gracias a estos y a campañas de concienciación y educación, esos 15 rinocerontes se multiplicaron y hoy son 167, un aumento del 1.000% en su población.

Sin bien los rinocerontes aún están en grave peligro de extinción, este incremento en los números son un buen aliciente para seguir conservándolos.

Los elefantes también se han beneficiado de una mayor protección del gobierno. Como resultado del trabajo de un grupo especial multidisciplinario, lanzado en 2016 para combatir la caza furtiva, las poblaciones de elefantes han aumentado de 43.330 en 2014 a más de 60.000 en la actualidad», dijo la Oficina de la Presidencia de la República de Tanzania en una declaración publicada el 9 de junio.

Cambio de políticas

Los gobiernos de Tanzania venían haciendo poco por la protección de especies mayores, y solían mirar para otro lado mientras la caza furtiva hacía de las suyas para alimentar el tráfico mundial de cuernos de rinoceronte y colmillos de elefante.

Pero desde la victoria del ahora presidente John Magufuli, en 2015, su administración ha impulsado un cambio paradigmático al apuntar al desmantelamiento de las redes de caza furtiva y tráfico de animales.

Desde entonces, cientos de cazadores furtivos y comerciantes ilegales de marfil han sido arrestados y encerrados en prisión con fuertes penas. Un ejemplo de ello es la condena a «Reina de Marfil», mujer china conocida por ser una de las mayores mercaderes de cuernos y colmillos del mundo: fue sentenciada a 15 años de cárcel sin opción a ejecución condicional. Un grupo de cuatro hombres chinos atrapados contrabandeando cuernos de rinoceronte en 2015 recibieron cada uno una sentencia de 20 años de prisión. Estos arrestos, sumados a la vigilancia generalizada han contribuido a frenar los incidentes de caza furtiva, señalan medios locales.

La caza furtiva sigue siendo un problema en todo el mundo debido a la demanda de productos de marfil en países como China y Vietnam, donde el material orgánico se considera un artículo de lujo, según World Wildlife Fund. Aunque los países han comenzado a prohibir el comercio de marfil pero el mercado negro sigue existiendo y creciendo.

 

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