hIStoRIA. EN LOS AñOS SESENTA ERAN LOS EQUIPOS MÁS FUERTES dE AMÉRICA

En los años sesenta, Peñarol y Santos protagonizaron inolvidables batallas por la Libertadores, generando una rivalidad que transformó a este duelo en el primer clásico que tuvo la Copa.

gerardo bassorelli

Peñarol inició esta Libertadores 2011 reeditando un clásico histórico con Independiente, pues entre ambos clubes sumaban una docena de trofeos (7 el rojo y 5 el manya), y la cerrará con otro duelo de mucha historia. En efecto, Peñarol-Santos fue el primer clásico que tuvo la Copa Libertadores de América, y esa rivalidad se nutrió con seis choques decisivos, tres en las finales de 1962, y otros tres en las semifinales de 1965. Peñarol fue el campeón en las dos primeras ediciones del torneo, en 1960 y 61, cediendo su corona en la definición de 1962 antes el Santos, que ganaría su bicampeonato en 1963.

Al año siguiente, el carbonero no participó de la copa mientras el ?Peixao? quedó eliminado en semifinales ante Independiente.

Y en 1965, otra vez la Copa puso frente a frente en una instancia decisiva a estos dos colosos. Esta vez fue en semifinales, y Peñarol se cobraría la venganza por la derrota en la final del 62.

 

Primeras batallas

Nunca mejor empleado el término ?batalla? para un partido de fútbol. Las finales de la Libertadores 1962 ponían en escena al bicampeón contra la sensación del torneo, que era el cuadro de Pelé. Primero jugaron en el Centenario y ganó la visita 2-1, pero en la revancha de Vila Belmiro habría hazaña carbonera. Iban 14 minutos y Spencer avisaba que Peñarol estaba para revertir la historia y forzar una fi-nalísima en Buenos Aires. Pero cuando empató Dorval a los 17?, y aumentó Mengalvio a los 35?, los 30 mil hinchas de Santos celebraban anticipadamente la consagración. Frescos estaban aún los recuerdos del Maracanazo, pues sólo habían transcurrido 12 años de aquella gesta.

Pues, a poco de iniciado el segundo tiempo volvió a aparecer Spencer para empatar el encuentro, y a los 6 minutos Sasía ponía a Peñarol arriba, 3-2.

Fue allí, a los 51 minutos, cuando el árbitro chileno Carlos Robles determinó el final oficial del partido con victoria aurinegra, haciendo que se jugaran los 39? restantes para que la ?fanaticada? no invadiera la cancha y generara una tragedia. Es que los torcedores santistas habían comenzado a

lanzar todo tipo de proyectiles cuando Peñarol se puso en ganancia, y por temor a que las agresiones aumentaran fue que el juez tomó esa decisión, que se la comunicó a los jugadores y delegados de ambos clubes. Así fue que se jugaron los 39? restantes, sabiendo ambos equipos que ya había ganado Peñarol y que habría tercer encuentro en Argentina. Peñarol concretó la hazaña en Vila Belmiro, pero no pudo ponerle la frutilla a la torta. En el duelo decisivo en cancha de River, en Núñez, un gol en contra de Caetano permitió a Santos jugar con ventaja desde los 11 minutos, y luego aumentar a 2-0 gracias a un gol de Pelé, que también anotaría el tercero casi al final.

Santos fue campeón, pero tres años más tarde, volverían a encontrarse.

La venganza carbonera

Cuando Santos venció a Peñarol en las finales de 1962, evitó el tercer título consecutivo de los presididos por el Cr. Gastón Güelfi, que ese mismo año lograrían el primer quinquenio de oro para la institución.

Cuando Peñarol enfrentó a Santos en las semifinales de 1965, los dos equipos iban en busca del tricampeonato, aunque ninguno de los dos llegaría a conseguirlo.

El juego de ida fue en Brasil, pero no en Vila Belmiro, que tras los incidentes de 1962 no había sido utilizado para partidos de copa. Santos debió jugar como

local en Pacaembú y Maracaná, y fue en San Pablo donde recibió a Peñarol en la semi del 65.

A los 2 minutos Pelé ponía el 1-0, inaugurando una catarata de goles para un 5-4 final. A los 5? Pepe y a los 7? Dorval marcaban tremenda distancia de 3-0 para Santos, llegando luego el descuento de Rocha (19?), el 4-1 de Dorval (24?), el penal que Maidana le atajó a Pelé (25?), el descuento de ?Lito? Silva (25?), el 5-2 de Coutinho (38?) y así se fueron al descanso. En el complemento se calmaron las delanteras y el score estuvo quieto hasta los 30?, cuando Héctor Silva achicó a 5-3, y el mismo ?Lito? pondría el 5-4 a los 37?. De estar tres goles abajo, Peñarol terminaba poniendo contra las cuerdas a Santos en los minutos finales, pero no podría alcanzar lo que hubiese sido un heroico empate. La revancha fue

ante Centenario repleto, y ya a los 8 minutos Sasía marcaba distancia para Peñarol, pero a los 22? Pepe y a los 12? del complemento Coutinho parecían liquidar la historia. Sin embargo, apareció el ?Pepe? Sasía empatando a los 76? con un penal, y a falta de dos minutos, cuando Peñarol se estaba quedando fuera de la final, el ?Lito? Silva marcó el agónico tanto que permitió un desempate en Buenos Aires.

La misma cancha de River que había albergado a estos equipos para la finalísima de 1962, volvía a ser el escenario de un desempate, esta vez en fase semifinal. Juan Joya puso el 1-0 a los 61? pero empató Pelé a los 76? y fueron al alargue. Y a los 6? del primer chico, Sasía ponía el 2-1 definitivo, que le dio al carbonero el pasaje a las finales, que perdería ante Independiente.

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