A 87 años de la trágica muerte de Carlos Gardel, “El zorzal criollo” que nunca se apaga

Gardel nació el 11 de septiembre de 1890, y falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo.

Fue cantante, compositor y actor de cine. Se convirtió en el más conocido representante en la historia del tango.

Asimismo, fue uno de los intérpretes más importantes de la música popular mundial en la primera mitad del siglo XX, tanto por su voz como por la cantidad de placas vendidas.

A los 21 años, conoció a José Razzano, conocido como “El Oriental”, con quien formó un dúo de canciones criollas, llamado “El Morocho y el Oriental”.

En 1917 fue el primer cantor oficial de tangos, con “Mi noche triste” siendo el primer tango-canción, ya que antes el tango era instrumental.

Filmó y estrenó su primera película “Flor de Durazno”. Fue el encargado de llevar el tango a Europa. Con posterioridad, conquistó Estados Unidos donde grabó discos, cantó en radios y filmó más películas.

Realizó más de 900 grabaciones de tango y también de folclore, milongas y rancheras.

La nacionalidad de “El Mago” ha sido motivo de disputa histórica, pero lo cierto es que su figura, su canto y su voz no tienen fronteras, convirtiéndose en un mito popular.

Entre los reconocimientos póstumos se destacan: el International Latin Music Hall of Fame (2000) y el Pabellón de la Fama de los Compositores Latinos (2014).

Asimismo, en 2003 la voz de Gardel fue registrada por la UNESCO en el programa “Memoria del Mundo”, cuyo objetivo es la preservación de documentos pertenecientes al patrimonio histórico de los pueblos del mundo.

Entre los temas más recordados y exitosos se encuentran: “El día que me quieras”, “Volver”, “Caminito”, “Mi noche triste”, “Lejana tierra mía”, “Por una cabeza”, “Cuesta abajo”, “Amores de estudiantes”, “Silencio”, “Mi Buenos Aires” y “Sus ojos se cerraron”.

Sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita de Buenos Aires.