Federico García Lorca: El crimen fue en Granada

El mundo de García Lorca supone una capacidad creativa, poder de síntesis y facultad natural para captar, expresar y combinar la mayor suma de resonancias poéticas, sin esfuerzo aparente, y llegar a la perfección, no como resultado de una técnica conseguida con esfuerzo, sino casi de golpe. La variedad de formas y tonalidad resulta deslumbrante, con el amor, presentado en un sentido cósmico y pansexualista, la esterilidad, la infancia y la muerte como motivos fundamentales.

Federico García Lorca, (quien residió en Montevideo durante 1934, época en la que también estuvo su compatriota Margarita Xirgu) nació en Fuente Vaqueros, un pequeño pueblo de Granada, el 5 de junio de 1898. Sus padres fueron Federico García Rodríguez (agricultor) y Vicenta Lorca Romero (maestra).

En 1910 comenzó sus estudios de bachillerato y musicales en Granada; cinco años después empezó su carrera universitaria. Entre 1916 y 1917, cuando cumplía los 18 años, realizó sus primeros viajes de estudio y estableció sus primeros contactos literarios. Fue entonces que conoció a Manuel de Falla. En 1917 falleció su maestro de música, Antonio Segura, lo que le llevó a interrumpir sus estudios musicales. Un año más tarde publicó su primer libro, Impresiones y paisajes.

En 1919 ingresó en la Residencia de Estudiantes. Es esta una época en la que el poeta experimentó la angustia de los primeros fracasos. Entre 1921 y 1922 publicó Libro de poemas y escribió Suites y canciones. En ese tiempo empezó a escribir Poema del cante jondo y organizó junto con Manuel de Falla el Primer Concurso de Cante Jondo, en Granada.

En 1923 obtuvo su licenciatura en Derecho y terminó su primera temporada en la Residencia, aunque continuó en ella hasta 1928. También ese año conoció al pintor Salvador Dalí y al cineasta Luis Buñuel. Posteriormente, en 1924, escribió los primeros romances que componen el célebre Romancero gitano. Al año siguiente editó Mariana Pineda. En 1926 escribió la primera versión de La zapatera prodigiosa y estrenó Mariana Pineda.

En 1928 estrenó también su primera versión del Romancero gitano y durante los dos siguientes años viajó a Nueva York y a Cuba; en España sufrió la censura de su obra Don Perimplín. En 1931 escribió Así que pasen cinco años. Entre 1933 y 1934 estrenó Bodas de sangre, que le supuso su gran salto a la fama y popularidad.

En Montevideo en 1934

El 19 de enero de1934 viajó a nuestro Río de la Plata, residiendo alternadamente entre Montevideo y Buenos Aires. En nuestro país, hospedado en el Hotel Carrasco, comenzó a escribir Yerma. En la capital porteña finalizó Poeta en Nueva York y regresó a España, donde al poco tiempo estrenó Yerma y terminó El diván del Tamarit. Un año después realizó nuevas puestas en escena de Bodas de sangre, Yerma y La zapatera prodigiosa; publicó Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, fallecido el año anterior. En 1936, año fatídico, publicó Primeras canciones y concluyó La casa de Bernarda Alba.

Poeta y dramaturgo

Para muchos Federico García Lorca es un poeta, y lo es, pero además es un destacado escritor de teatro, un deslumbrante dramaturgo.

Existe un amplio consenso entre los críticos y analistas que Lorca junto a Valle-Inclán es el más importante escritor de teatro en castellano durante el pasado siglo XX. Se trata de un teatro de una gama muy variada con símbolos o personajes fantásticos como la muerte y la Luna, lírico, en ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza y de la vida.

Entre sus farsas, escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia de don Cristóbal y Retablillo de don Cristóbal, piezas de guiñol, y sobre todo La zapatera prodigiosa, una obra que enfrenta realidad e imaginación.

También pertenece a la categoría de farsa Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. De 1930 y 1931 son los dramas calificados como irrepresentables, El público y Así que pasen cinco años, obras complejas con influencia del psicoanálisis, que ponen en escena el mismo hecho teatral, la revolución y la homosexualidad, a partir de un complejo sistema de correspondencias.

Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, esta última -como anotamos más arriba- escrita durante su estadía en Montevideo, donde se aúnan mitología, mundos poéticos y realidad.

En Doña Rosita la soltera, de 1935, aborda el problema de la solterona española, algo que también aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936, y que la crítica especializada suele considerar la obra fundamental de Lorca. Al comienzo de su carrera también había escrito dos dramas modernistas, El maleficio de la mariposa (se estrenó y fracasó el 22 de mayo de 1920) y Mariana Pineda (se estrenó en Barcelona y luego en Madrid en 1927).

“Que todos sepan que no he muerto”

El 18 de agosto de 1936 fue detenido y asesinado por las fuerzas represoras del estado español. “¿Quién iba a decirte a ti que la misma Guardia Civil de tus romances te asesinaría, un amanecer, en los desiertos arrabales de tu propia Granada?”, le dice su compatriota Rafael Alberti en una carta dedicada al poeta.

Pero la voz inacabable de Lorca sigue viva, crecientemente viva, como ya ella misma había pronosticado: “Pero que todos sepan que no he muerto; que hay un establo de oro en mis labios; que soy el pequeño amigo del viento Oeste”.

Víctima de conjuras políticas y prejuicios, su asesinato en la carretera de Granada a Víznar, truncó su exuberante obra que es objeto de ininterrumpidos estudios, comentarios y polémicas.

El gobierno español bajo la dictadura de Franco y el ejército de ese país siempre negaron su responsabilidad en el asesinato atribuyéndolo a una riña callejera. Sin embargo archivos hechos públicos en 2015 demuestran fehacientemente que el crimen fue cometido por el Ejército Español. Ese año la cadena informativa SER difundió un informe policial mecanografiado el 9 de julio de 1965, en Granada, donde los uniformados certifican la responsabilidad del ejército de Franco en la detención y asesinato del poeta.

Responsabilidad del Ejército

“En el cuartel de Falange, instalado en la calle San Jerónimo, se hallaban el jefe de bandera don Miguel Rosales Camacho cuando en él se presentaron el diputado obrerista por la CEDA, (Confederación Española de Derechas Autónomas) don Ramón Ruiz Alonso, don Juan Trescastro, don Federico Martín Lagos y algún otro que no ha podido precisarse, con una orden de detención dimanante del Gobierno Civil contra Federico García Lorca, para cuyo cumplimiento requirieron al señor Rosales Camacho al objeto de que éste les franqueara su domicilio, al que se dirigieron en compañía de este, quien advirtió al llegar al mismo que había sido rodeado con gran aparato por milicias y guardias de asalto que tomaron todas las bocacalles y tejados próximos”, dice textualmente el documento que en 2015 fue hecho público.

En el documento se agrega que “se le condujo a los calabozos del Gobierno Civil (de donde) fue sacado por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Víznar y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, en unión de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado, siendo enterrado muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos kilómetros a la derecha de dicha Fuente Grande”.

Lorca inmortal

Respecto al lugar de la sepultura se especula en torno a  dos parajes cercanos en la provincia de Granada, donde fue fusilado por la sublevación de derecha  a poco de iniciarse la Guerra Civil. A 86 años de su asesinato todavía el lugar donde se encuentra su cuerpo es una incógnita. De acuerdo a las más recientes investigaciones se establece que fue fusilado en la madrugada del 5 de agosto junto a otros patriotas: Joaquin Arcollas, Dióscoro Galindo y  Francisco Galadí.

Los restos de estas tres personas continúan aún desaparecidos entre las más de dos mil fosas clandestinas que en España la dictadura de derecha, del régimen falangista encabezado por el general Francisco Franco mantuvo ocultas y que  aún restan por ser abiertas para establecer la identidad de los allí sepultados.

Lorca inmortal: a 86 años de su asesinato Federico García Lorca vive en sus obras y en la memoria de los pueblos, mientras que a sus cobardes asesinos nadie los recuerda.