PATRIMONIO

La 27ª edición del Día del Patrimonio rendirá homenaje a José Enrique Rodó

Los días 2 y 3 de octubre se desarrollará la 27ª edición del Día del Patrimonio, que organiza el Ministerio de Educación y Cultura a través de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, en homenaje a José Enrique Rodó.

rodó

La figura que se homenajeará en la próxima edición del Día del Patrimonio- que se desarrollará los días 2 y 3 de octubre 2021- será la del escritor, periodista, dirigente político, ensayista, José Enrique Rodó, cuando se recuerdan los 150 años de su nacimiento.

El lema que marcará muchas de las actividades a nivel nacional será: “Las ideas cambian el mundo”.

Las diferentes propuestas culturales combinarán la modalidad virtual y presencial, en la medida que lo permita la situación sanitaria.

En 2008, cuando el Día del Patrimonio homenajeó la figura de Carlos Vaz Ferreira, se acuñó algo más que una frase, se generó un concepto que define al país, que a su vez supone una responsabilidad. Aquella consigna fue “Uruguay, país de pensamiento”. En este año 2021, coincidiendo con el sesquicentenario del nacimiento de otro intelectual de fuste, como José Enrique Rodó (1871-1910) se redobla la apuesta para generar un país lleno de ideas. Porque, desde lo más profundo de la historia de la humanidad, “las ideas cambian el mundo”, y es esta la consigna 2021 del Día de Patrimonio, informó el Ministerio de  Educación y Cultura.

No cabe duda que en el siglo XXI, en un mundo donde el conocimiento forma parte de las variables de desarrollo humano, el conocimiento y las ideas, son una realidad que hay que fortalecer día a día.

Cada momento histórico tiene personajes que se destacan por el valor de sus ideas. Cada uno de ellos adecuado a su tiempo, pero cada momento, abrevando de los antecesores. Por este motivo, la responsabilidad hoy, es honrar la memoria y el trabajo de mentes lúcidas como las de Carlos Vaz Ferreira, el propio José Enrique Rodó, José Pedro Varela, Emir Rodríguez Monegal, Arturo Ardao, Emilio Oribe, Alberto Methol Ferré o Pedro Figari, entre tantos.

Este año, a partir de la figura de Rodó se proyectará su pensamiento hacia una gran variedad de áreas. En su corta vida Rodó generó espacios de discusión intelectual, bisagra, entre dos siglos, pero adelantándose a su tiempo y trascendiendo los límites del Uruguay de la época.

Ayudó a pensar a los de su tiempo y a las generaciones siguientes. Hoy sus ideas son estudiadas y valoradas en universidades y foros, tanto de Latinoamérica como de Europa.

Trabajó desde la literatura, la política, la filosofía, la crítica y el arte. Siempre con una mirada original.

Rodó y sus ideas forman parte de ese Uruguay, país de pensamiento. Ideas, que como tantas otras, cambian el mundo.

Las ideas cambian el mundo

José Enrique Rodó (1871-1917) es uno de los mayores representantes de la generación del 900 en Uruguay. Fue ensayista, crítico literario, periodista y político. Con la publicación de “Ariel” (1900) alcanzó un gran reconocimiento internacional y fue considerado Maestro de América.

Fundó la Revista Nacional de Literatura y Ciencias Sociales (1895-1897) junto a Víctor Pérez Petit y los hermanos Daniel y Carlos Martínez Vigil. En el número del 3 de julio de 1896, publicó por primera vez su celebrado manifiesto literario “El que vendrá”. En 1897, cuando se produjo el cierre de la revista, comenzó a publicar una serie de folletos literarios titulada “La vida nueva”. En el primero presentó el “Propósito de la colección”, la tercera versión corregida de “El que vendrá” y un trabajo titulado “La novela nueva”, sobre las novelas experimentales (Academias) de Carlos Reyles.

En el segundo folleto publicó el ensayo “Rubén Darío: su personalidad literaria, su última obra” (1899), centrado en el estudio de “Prosas Profanas” (1896). Finalmente, en la tercera entrega publicó “Ariel” (1900). “Liberalismo y Jacobinismo” (1906) recoge el debate que sostuviera Rodó con el doctor Pedro Díaz a partir de la decisión de retirar los crucifijos de los hospitales públicos del Uruguay, durante el primer Gobierno de José Batlle y Ordóñez.

Tras un largo proceso de gesta, Rodó publicó “Motivos de Proteo” (1909) y “El Mirador de Próspero” (1913). La primera es su obra más extensa y compleja. Se trata de un ensayo fragmentario sobre el que el autor declara en su prólogo: “No publico una ‘primera parte’ de Proteo: el material que he apartado para estos Motivos da, en compendio, idea general de la obra, harto extensa (aun si la limitase a lo que tengo escrito) para ser editada de una vez. Los claros de este volumen serán el contenido del siguiente; y así en los sucesivos. Y nunca Proteo se publicará de otro modo que de éste; es decir, nunca le daré ‘arquitectura’ concreta, ni término forzoso; siempre podrá seguir desenvolviéndose, ‘viviendo’. La índole del libro (si tal puede llamársele) consiente, en torno de un pensamiento capital, tan vasta ramificación de ideas y motivos, que nada se opone a que haga de él lo que quiero que sea: un libro en perpetuo ‘devenir’, un libro abierto sobre una perspectiva indefinida”(1957, pp. 301-302).

Rodó refiere a que publica solo una de las partes de una obra mayor, conformada por una introducción y cinco libros. El ensayo de 1909 corresponde al libro quinto y fue el único que llegó a publicar. Su tema central gira en torno a la evolución de la personalidad que alcanza un buen símbolo en Proteo y en la estructura de la obra.

Parte de los materiales inéditos del Ciclo Proteo fueron publicados póstumamente en “Últimos motivos de Proteo”. Manuscritos hallados en la mesa de trabajo del Maestro (1932), por sus hermanos y albacea. Emir Rodríguez Monegal los incluye y agrega otros en sus “Obras completas” (1957 y 1967, primera y segunda edición). Sin embargo, muchos borradores y materiales de la vasta papelería preparatoria de Proteo permanecen inéditos en la Colección José Enrique Rodó del Archivo Literario de la Biblioteca Nacional de Uruguay. Entre estos destacan once cuadernos titulados por el autor del siguiente modo: Gráfico Poético, Garibaldino, Cartelero, Inicial, Azulejo, Ateneístico, Cómico-Crítico, Disciplinario, Hartmaniano, Solariego y Costariqueño. Biblioteca Nacional de Uruguay, Archivo Jose Enrique Rodó.

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