Devolución. Ley prohibió los estudios que se le practicaban en la Facultad de Humanidades

Restituyen al Panteón Nacional los restos de Vaimaca Perú

Tras realizarse varios intentos de repatriación de Vaimaca Perú, que llevaron unos cuántos años y en donde intervinieron organizaciones identificadas con la etnia charrúa, la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento y hasta el propio gobierno de la época, los restos del cacique, procedentes del Museo del Hombre de París, llegaron a nuestro país el 17 de julio de 2002.

 

Periplo

Los restos de Vaimaca Pirú arribaron a la Brigada Area Nº 1, donde fueron recibidos por el canciller y el ministro de Educación y Cultura de la época, Didier Opertti y Antonio Mercader, respectivamente, y por el entonces embajador de Francia, Thierry Reynard. Los restos quedaron en custodia en la brigada militar hasta la tarde del viernes 19 de julio, cuando a las 15.00 horas fueron depositados en el Panteón Nacional con honores fúnebres, tal como lo dispuso el gobierno.La repatriación de Vaimaca Perú llevó a una contienda en los estrados judiciales, ya que la Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa presentó ante la Justicia un recurso de amparo y medida cautelar de no innovar, los cuales fueron desestimados. Se autorizó a los técnicos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación a realizar diversos estudios, incluyendo de ADN, en los restos del cacique charrúa.

El 5 de mayo de 2004 el Senado y la Cámara de Representantes reunidos en Asamblea General decretaron, en un artículo único, la prohibición, desde la promulgación de la Ley Nº 17.767, de la realización de experimentos y estudios científicos en los restos humanos del cacique Vaimaca Perú.

Auyanet dijo al respecto: «Debemos agradecer públicamente la labor solidaria de todos los integrantes de la Comisión Contra el Racismo, Xenofobia y Discriminación, así como también a la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, que con su esfuerzo hicieron posible concretar la devolución de los restos, que se encontraban en el laboratorio de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación». «Afortunadamente estamos viviendo un tiempo de cambio y transitamos por un sendero de respeto a la dignidad de las personas, sea cual sea el origen. Cuesta creer que todavía sobreviva en nuestro país la filosofía racista y discriminadora que considera a los indígenas objetos de estudio, banco de datos, restos para arqueólogos», agregó Auyanet.

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