Montevideo, primero en América del Sur en incidencia de cáncer de mama

LOURDES VITABAR

Octubre es el mes elegido por la Organización Mundial de la Salud para concientizar a la población acerca del cáncer de mama. En ese contexto el Laboratorio Roche auspició una conferencia de la profesora agregada de Oncología doctora Lucía Delgado.

La profesional, que integra el cuerpo docente de la Facultad de Medicina, informó que si bien la falta de registros acerca del comportamiento de la enfermedad en la mayoría de los países del mundo impide establecer un ranking certero, Uruguay se encontraría en los primeros lugares de incidencia de la enfermedad debido a que sus registros son similares a los presentados en países del primer mundo, y a que el cáncer de mama suele ser una patología que afecta sobre todo a mujeres de clase media y alta.

Asimismo Delgado dijo que Montevideo se encuentra en el primer lugar de incidencia de la enfermedad en América del Sur, pero aseguró que esto es consecuencia de que muchas pacientes del Interior concurren a la capital para tratamientos y por tanto quedan registradas en las estadísticas como montevideanas.

El aumento de casos nuevos detectados en los últimos años se debe en gran parte a los avances en las técnicas de diágnostico que permiten encontrar los tumores en etapas primarias. Empero resaltó que no se pueden descartar otros factores que también podrían estar influenciando el crecimiento de los registros, como ser los cambios en la dieta y en el estilo de vida.

Los registros de Salud Pública establecen que la incidencia actual del cáncer de mama, esto es los casos nuevos registrados en el último año, asciende a 76 mil casos por cada cien mil habitantes.

La médica subrayó que estos datos son importantes pero no trágicos, ya que el cáncer de mama es una enfermedad tratable y curable. Incluso los tratamientos actuales tienden a ser menos invasivos, por lo que se preserva el seno aplicando la quimioterapia, radioterapia u hormonoterapia en específicamente en los puntos afectados. Igualmente avanzó la técnica quirúrgica, siendo muy extraño que hoy se realice una masectomía total pero común que la operación resguarde la forma y piel de la mama.

Uruguay, en lo que a esta enfermedad refiere, es tan similar al primer mundo que en el último año registró un descenso del 8% en la tasa de mortalidad, la cual ahora se sitúa en 23 muertes por cada cien mil pacientes.

 

Prevenible y curable

Pese a esto el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por tumores entre las mujeres uruguayas. Razón por la cual, Delgado instó a que se tomen en cuenta los factores preventivos de la enfermedad. Dado a que el riesgo de contraerla varía de una mujer a otra, la profesora marcó la conveniencia de que cada una consulte a su médico de cabecera acerca de qué niveles de riesgo posee; esto se determina a través de un examen por tacto y pruebas clínicas. En féminas mayores de 40 años se recomienda la realización de una mamografía.

El principal factor de riesgo, y que no puede prevenirse, es el ser mujer. La enfermedad tiene estrecha relación con los niveles estrogénicos y por eso es muy poco frecuente en los hombres.

El segundo elemento a tener en cuenta para la prevención primaria, y del que tampoco se puede huir pero que sí –a través de controles períodicos– se puede reducir su incidencia, es la edad. El 75% de los casos ocurre en mujeres mayores de 50 años; también aquí es importante la vinculación de la patología con los niveles hormonales.

En tercer lugar se encuentra la dieta, aunque innumerables estudios realizados a nivel mundial no han podido precisar qué elemento de ésta es inducidor o protector de la enfermedad. Por ejemplo, aún no existe evidencia clínica acerca de que los fitoestrogénos sean un nutriente que ayude a prevenir la aparición del cáncer de mama.

Por estos motivos se recomienda seguir la dieta recetada para reducir los riesgos de enfermedad cardiovascular y de los cánceres en general: comer carne una vez por semana, aumentar el consumo de frutas y verduras, evitar el tabaco y el alcohol, además de realizar ejercicio físico.

 

Investigaciones uruguayas

En cuanto a la influencia que podrían tener las emociones en la aparición del cáncer de mama, Delgado dijo que hay varios estudios en curso, y que uno de ellos lo está realizando el Hospital de Clínicas en colaboraciòn con una universidad alemana.

Finalmente, la médica destacó que a fines de los noventa se llegó a la conclusión de que el cáncer es una enfermedad genética, o sea producto de la acumulación de mutaciones (lo que se da a lo largo de la vida y fundamentalmente en la vejez) del ADN, por lo que no es una patología hereditaria.

Sin embargo, entre un 5 y 10% de los casos ocurre en mujeres con predisposición genética a la enfermedad, es decir en personas cuyo ADN viene modificado desde la concepción. Esto puede detectarse a través de estudios complejos de genes como el VRCA1 o VRCA2, que en Estados Unidos cuestan alrededor de 1.800 dólares, y que en Uruguay se realizan en el hospital universitario en casos muy especiales y en el contexto de una investigación científica subvencionada.

 

Buena asistencia

En cuanto al acceso a los tratamientos de prevención o curación, Delgado dijo que en todo el país suele haber un buen nivel de posibilidades de asistencia y diagnóstico. En tal sentido destacó la presencia de mamógrafos fijos y móviles en la mayoría de los departamentos, tanto gracias a servicios públicos como privados.

Pero aseguró que la conciencia existente en el Ministerio de Salud Pública, y la pronta instauración del Sistema Nacional de Salud permitirán incrementar los porcentajes de casos controlados. A la vez, indicó que en el país están disponibles todos los fármacos de última generación utilizados a nivel mundial para curar la patología. *