SALUD MENTAL

Legisladora del FA plantea propuestas para abordar problemática del encierro y salud mental

La senadora del Frente Amplio Silvia Nane advirtió que una de las consecuencias de la debilidad institucional de los sistemas de salud, de cuidados y de protección, es que muchas veces la solución preferida ante situaciones de crisis que provocan afecciones a la salud mental, sea el encierro”. En tal sentido planteó ante la Unión Interparlamentaria una propuesta para el debate sobre “encierro y salud mental”.

Senadora del Frente Amplio Silvia Nane.
Senadora del Frente Amplio, Silvia Nane.

La legisladora frenteamplista realizó el planteo ante la tercera Comisión Permanente de Democracia y Derechos Humanos de la 145ª Asamblea de la Unión Interparlamentaria, que se realiza hasta este martes en Madrid, España.

Nane viene estudiando y trabajando desde hace meses sobre el tema del encierro y salud mental en niños, niñas y adolescentes.

El informe de la Institución de Derechos Humanos titulado “La Infancia que no queremos ver”, sobre la vulneración de derechos en las instituciones de salud mental donde están institucionalizados niños, niñas y adolescentes del sistema de protección es una “alerta urgente sobre un tema que como sociedad no podemos dejar sólo en la toma de conocimiento”, dijo.

“A partir del momento que tomé contacto con el informe, inicié contactos permanentes con los miembros de la Institución Nacional de Derechos Humanos para ponerme a disposición y evaluar las acciones que se pueden ir coordinando en lo inmediato, y las que se pueden ir planificando para el futuro cercano”, añadió la parlamentaria frenteamplista.

En lo inmediato, evaluó que el Parlamento de Uruguay debía conocer el informe, y en su momento convocó a la Comisión de Derechos Humanos, Equidad y Género a la delegación de los miembros autores del informe, y luego presentó un informe en el Plenario del Senado.

“Han pasado meses desde esas acciones, pero aún los niños esperan una solución a su situación. Seguimos fallando. Falla el Estado por no tener respuestas adecuadas ante las situaciones de afección de la salud mental, y el encierro es la alternativa más usada. Falla el Estado en los cuidados y en la falta de soluciones integrales que apoyen a las familias ante estas situaciones. Falla el Estado en la garantía de los derechos a la libertad, a la integridad física, a la salud y a la autonomía”, indicó.

La legisladora preguntó qué se puede hacer desde los parlamentos ante estas fallas tan estructurales de las políticas públicas y si es suficiente una Ley de Salud Mental implementada en forma incompleta y sin asignación de recursos.

Propuesta

En tal sentido, presentó una propuesta  para que sea considerada en la Comisión Permanente de Democracia y Derechos Humanos de la Unión Interparlamentaria.

Indicó que la experiencia de la pandemia de CODIV-19 dejó varias enseñanzas en nuestras comunidades. “Quizá una de las más destacables, es que hizo repensarnos en función de los demás, y nos dio un sacudón a nuestros individualismos. Aprendimos (o volvimos a entender) que somos sanos, en tanto lo somos con y para los demás. De esta misma forma debemos repensar el concepto de libertad, y volver a entender que somos libres en tanto lo somos con los demás, porque es allí donde radica el concepto de comunidad y de responsabilidad social y ciudadana en su sentido más puro”.

“Muchos de los integrantes de nuestras comunidades no son libres en el ejercicio de sus derechos humanos fundamentales. Muchos no pueden ejercer su derecho a la salud, porque las vacunas no están distribuidas en el mundo con el criterio del ejercicio de este derecho, sino en la forma que los mercados globales lo determinan”, expresó Nane.

Cuidado responsable

Remarcó que en muchos países la pandemia dejó al desnudo la “debilidad alarmante de los sistemas de salud y de protección social para brindar soluciones diversas a los problemas de los cuidados en general, y particularmente, a los problemas de salud mental”.

En tal sentido, en muchas naciones se incrementaron las cifras de suicidios, de violencia intrafamiliar, de abuso sexual infantil, de casos de depresión a causa del confinamiento, y aún no hay una buena prospectiva sobre las consecuencias que faltan por venir, indicó.

La legisladora manifestó que una de las consecuencias de esta debilidad institucional de los sistemas de salud, de cuidados y de protección, es que “muchas veces es la solución preferida ante situaciones de crisis que provocan afecciones a la salud mental, sea el encierro y que los estados no puedan brindar soluciones con base comunitaria que ayuden a las familias a transitar las situaciones de afección a la salud mental”.

Citó que en algunos países se han denunciado casos de ingreso de niños o adolescentes a una institución de salud mental por un episodio agudo (crisis), y que permanecen allí aún luego del alta médica, “porque el Estado no tiene soluciones alternativas para el acompañamiento de la recuperación y la reinserción en la comunidad”.

En estos casos, la afección a la salud mental termina en una situación de “privación de libertad motivada por la debilidad de las instituciones o de los procedimientos legales, o de ambas causas a la vez”.

El derecho a la salud “no sólo se ejerce en referencia a la salud física. La salud es un concepto integral, y la salud mental es un aspecto crucial para el ejercicio del derecho a la libertad, a la autonomía, e incluso a la integridad física”, remarcó.

Agregó que es necesario establecer “pautas en los Estados para que se creen o se fortalezcan sistemas de respuestas integrales y con base comunitaria para que la opción preferida no sea el encierro, sino el cuidado responsable que garantice el pleno ejercicio de derechos, que promueva la recuperación del individuo como ser social y autónomo”.

“Cuando se dan estos casos de internación como única alternativa, estamos asistiendo a la privación de libertad por la única causa de una afección a la salud mental”, dijo.

Propuesta

Nane subrayó su interés proponer a este tema de estudio a la tercera Comisión Permanente de Democracia y Derechos Humanos para acordar pautas que los parlamentos de la Unión Interparlamentaria puedan aplicar para el diseño o fortalecimiento de sistemas de respuesta integrales para las afecciones de salud mental, que consideren la protección social y los cuidados en clave de comunidad y de ejercicio de derechos.

“La democracia es plena en tanto lo es para todas y todos. No existe la democracia plena sin igualdad de derechos y de oportunidades. Es responsabilidad de los Estados a través de las políticas públicas, de la asignación de recursos, y del establecimiento de sus marcos legales y regulatorios, garantizar, promover y velar por el ejercicio de derechos”, remarcó la legisladora frenteamplista.

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