entrevista

Ernesto Calvo, analista político: “EEUU atraviesa una crisis social y política”

Calvo es argentino y desde el año 2001 está radicado en EEUU. Actualmente es profesor de Gobierno y Política de la Universidad de Maryland. Especialista en estudios parlamentarios, partidos y comportamiento electoral.

 

Desde el análisis político ¿qué evaluación se hace de los algo más de 100 días del gobierno de Joe Biden?

Lo primero a destacar es una sensación de desconexión “saludable” después de cuatro años muy intensos y poco comunes para EEUU. Durante la Presidencia de Trump, la gente discutía de política, incluso estaba horrorizada con la política, había quedado exhausta y ahora todo se parece más a la vieja política, donde no se presta tanta atención, hay mucho menos intensidad que los años anteriores. Esto hace que sean 120 días “ordinarios” en el sentido de algo que no se veía hace mucho. No es lo mismo que lo que se está viendo en el Partido Republicano, donde están reacomodando fuerzas y Trump está avanzando y controlando cada vez más al Partido. Lo que hay hoy, es la política cotidiana dentro de la Casa Blanca y un cierto ruido político en el Partido Republicano, que augura bastantes problemas para dentro de unos años.

El sector más progresista del Partido Demócrata está contento con que Biden no sea tan moderado como se esperaba y ha sido “agresivo” en temas como raza, derechos sociales, y se ha mostrado como un Presidente que habla suave pero que lleva adelante políticas que son  más interesantes y “agresivas” de lo que se podía esperar.

¿Sorprendió el paquete de medidas anunciado por el Presidente Biden que incluye una inversión pública muy importante para reactivar el empleo, dar apoyo a la familia estadounidense, presencia fuerte del Estado, incrementar los impuestos para los sectores pudientes y las corporaciones? Un discurso que seguramente se mira con simpatía dentro de ciertos sectores y con mucha antipatía por otros, principalmente por aquellos que el Presidente les está diciendo “ustedes tienen que pagar más”.

No sé si sorprende, es interesante. El sector más progresista del Partido Demócrata está contento que Biden no sea tan moderado como se esperaba y ha sido “agresivo” en el área de ingresos, de raza, de derechos sociales, y se ha mostrado como un Presidente que habla suave pero que lleva adelante políticas que son  más interesantes y “agresivas” de lo que se podía esperar. Biden tiene claro que el Partido Republicano no se alineará detrás y la lucha por el control  y por la sucesión es de tal magnitud, que no tendrá aliados y que ser moderado lo único que hace es arriesgar la intensidad del Partido Demócrata y dificultar su capacidad de introducir legislación. No sé si sorprende,  pero ha sido muy bien recibido por su Partido.

La sociedad (en EEUU) está muy rígida, muy cosificada, y la popularidad refleja más las diferencias partidarias, que la percepción de que bien le está yendo al gobierno.

Los sondeos de opinión pública le están dando un 59% de popularidad ¿qué lectura se hace?

Los números están por debajo de lo que fue una “luna de miel” y seguramente se mantendrá en ese guarismo durante todo el periodo. Está en el entorno del 53, 54% que es el “espejo” de lo que tenía Trump. El país está tan dividido que hay poca oscilación, pasó en el periodo electoral, pasó durante la administración de Trump y pasó también en los últimos cuatro años del ex Presidente Barak Obama. Veo un claro alineamiento de los demócratas que apoyan a Biden y un claro alineamiento de los republicanos que no están apoyándolo. Los independientes se dividen 60 a 40, es el pequeño margen extra que se ve. La sociedad está muy rígida, muy cosificada, y la popularidad refleja más las diferencias partidarias, que la percepción de que bien le está yendo al gobierno.

¿EEUU atraviesa una crisis política, económica y social? 

La crisis es más social y política que económica. El coronavirus produjo un shock en el desempleo y en el crecimiento económico. El desempleo que estaba en guarismos muy bajos, se ubicaba entre 3 y 4%, en este momento estaba entre 6 y 7% pero bajando. La economía está donde tiene que estar, lo que no está donde tiene que estar es el gasto social, la redistribución, los impuestos y los consensos políticos y sociales que son necesarios para que la democracia se mantenga donde uno desea que se mantenga. Aunque Donald Trump no es el presidente, se está viendo un Partido Republicano que ha cruzado la línea y está llevando políticas que tienen reminiscencias de lo ocurrido entre los años 20 y 30. El mundo ha cambiado mucho, pero el Partido Republicano está implementando políticas que para todos son poco democráticas.

Estamos frente a un Partido Republicano que no se comporta como un partido demócrata, está permanentemente dispuesto a cruzar la línea de lo que es aceptable en un sistema democrático.

Dentro del Partido Demócrata consideran que la propia democracia en EEUU está en peligro ¿Eso explica el paquete de medidas económicas?

Sí existe esa preocupación, no tengo claro que el paquete económico tenga esa motivación. En los dos primeros años de Obama, fue cuando se implementó el seguro médico. El retraso en inversiones en infraestructura y la necesidad de estimular a ese sector con buenos salarios, es una prioridad de los demócratas hace tiempo. Lo que se temía era que Biden, por la propia timidez de los moderados demócratas, que han dado concesiones enormes en temas impositivos y se pensó que Biden no iba a llegar a hacerlo. No tengo claro si es una especie de “tapón” para evitar un giro antidemocrático que afecte al país. Así como dije que los niveles de aprobación y desaprobación son rígidos, estamos frente a un Partido Republicano que no se comporta como un partido demócrata, está permanentemente dispuesto a cruzar la línea de lo que es aceptable en un sistema democrático. Lo que sucedió con  la denuncia de las elecciones, el intento de manipularlas, cuestiones muy poco comunes en EEUU durante mucho tiempo. No es la primera vez, EEUU ha tenido intensos periodos de polarización. Ha tenido momentos de profundo desamor por la democracia, ha sido un país con una relación ambigua con la democracia, pero no ha sido tan flexible con las instituciones y lo que vemos en este momento es un interés de los republicanos en ser “creativos” institucionalmente para expandir su control político, cuando saben que están en clara minoría electoral. 

Cuando hoy día se le pregunta a un votante republicano ¿le robaron la elección a Trump? Dice que sí, no porque lo crea, hay muchísima información de que no es creencia sino alineamiento partidario.

¿Ocurre que dentro de la propia ciudadanía están los que consideran que a Donald Trump le “robaron” las elecciones?

Hay mucho cinismo, hay que separar el discurso político, incluso de los ciudadanos, de lo que verdaderamente creen. Encuesta tras encuesta, lo que se encuentra en los últimos 8 o 9 años, es al votante republicano inclinado a repetir afirmaciones falsas, a sabiendas que saben que son falsas, porque es parte del juego político. Cuando hoy día se le pregunta a un votante republicano ¿le robaron la elección a Trump? Dice que sí, no porque lo crea, hay muchísima información de que no es creencia sino alineamiento partidario. Una expresión de entendimiento de cuál es el mensaje que el Partido Republicano quiere pronunciar públicamente. Hay un sector pequeño que cree que Trump no perdió las elecciones, sino que las ganó y se la robaron, la mayoría del Partido y sus votantes dicen que ganaron las elecciones y saben que no es verdad.

Biden ha tratado bien el tema Pandemia.

¿Hay conformidad con el manejo de la Pandemia? Porque esa evaluación ha sido importante para la consideración de los gobiernos.

Biden ha tratado bien el tema Pandemia, y los republicanos no hablan del tema, de lo que único que hablan es de sí usar o no usar mascarillas, minimizar su eficacia que ha sido la línea del “trumpismo”. No hay ataques a Biden, y lo que ha hecho el Partido Republicano es girar hacia temas sociales, enviar al Congreso leyes que son anti LGTB, otras para afectar las elecciones, y limitar la redistribución, etc.

Todo lo que tiene que ver con estructura burocrática del sistema de migración e inmigración ha sido construido y mantenido por individuos que son conservadores, y los niveles de xenofobia en ese aparato burocrático son enormes.

Respecto al tema migración, hay expertos que señalan que el discurso es prometedor, pero en los hechos no ha comenzado la reforma migratoria prometida

Es un tema profundamente intratable a muchos niveles. La migración tiene el sistema carcelario federal más grande del país. Tiene lo que se llama “crimigración”. Es una estructura legal y política de administración de la migración que está criminalizado. La mayoría que trabaja en temas migratorios, es un personal profundamente republicano, el sindicato que los nuclea, apoyó por primera vez en la historia a un candidato presidencial, en este caso fue a Trump para la campaña 2016, y ahora nuevamente lo volvió a apoyar. Todo lo que tiene que ver con estructura burocrática del sistema de migración e inmigración, ha sido construido y mantenido por individuos que son republicanos profundamente conservadores, y los niveles de xenofobia en ese aparato burocrático son enormes. Sumado a eso para los republicanos, la migración es un punto de construcción de identidad cultural. Son muy agresivos respecto al tema migratorio, muy agresivos cuando dicen que los extranjeros le sacan el trabajo a los norteamericanos, aún cuando la tasa de desempleo está dentro de la tasa natural de reproducción, no hay trabajo que puedan ser “sacados” a un norteamericano. Y eso limita cualquier cambio real. Se requieren negociaciones, mayorías y aceptación de la mayoría de los Estados que están gobernados por los republicanos. El tema migratorio es profundamente intratable, lo mismo pasó durante el gobierno de Obama, o el de Bush, hay una “guerra de trincheras” hace más de 25 años y es muy difícil que se resuelva.

Israel es su principal aliado en la región, lo ha tenido por más de 25 años. Hay un clivaje político y cultural dentro de los partidos demócratas y republicanos donde el apoyo a Israel es muy alto.

Respecto a la crisis de Medio Oriente ¿Biden le ha pedido a Israel que desacelere el conflicto?

EEUU está en una “trampa” con el tema, sabe que no puede salir de ella. Israel es su principal aliado en la región, lo ha tenido por más de 25 años. Hay un clivaje político y cultural dentro de los partidos demócratas y republicanos donde el apoyo a Israel es muy alto. Esto mismo considera Netanyahu cuándo bombardea Gaza, sabe que EEUU no dejará a Israel solo. Biden tiene limitaciones para ser agresivo con Israel, y ser agresivo con Israel divide a demócratas y unifica a los republicanos, con lo cual Biden estaría aislado si intenta ser agresivo. Se maneja en este borde entre hablar con tono adusto y decirle a Netanyahu que eso no es aceptable, al mismo tiempo que el premier israelí sabe que no puede haber sanciones porque EEUU está paralizado en este tema. Lo que se espera es la misma posición de muchos años, y es lo opuesto a lo que decía respecto a la economía, en este caso Biden, habla públicamente con tono severo pero en realidad está atado de manos.

Hace más de 25 años que América Latina no es una oportunidad, ni es un problema. Eso no quiere decir que no inviertan en alguna de esas direcciones, pero el único país considerado una oportunidad y un problema es México.

¿Respecto a América Latina, el continente no ha aparecido en el discurso?

Hace más de 25 años que América Latina no es ni una oportunidad, ni es un problema. Eso no quiere decir que no inviertan en alguna de esas direcciones, pero el único país considerado una oportunidad y un problema es México. Es el único país en el que se enfoca, el resto de América Latina y el Caribe es un área geopolítica tranquila en la que no tienen que invertir en seguridad, y económicamente no es rentable. La gran mayoría del intercambio comercial es con países del norte y con México y con Canadá. Uruguay, Chile y Argentina combinados, representan una  semana del intercambio comercial que EEUU tiene con México. El tipo de peso específico que puede tener EEUU en la región son menores, comparados con otras zonas del mundo, lugares donde hay problemas geopolíticos enormes, como en Medio Oriente, donde hay intereses comerciales enormes como con Europa.

¿Cuál es el posicionamiento respecto a Venezuela y Cuba?

Ambos no aparecen como países problemáticos, ni económicamente, ni políticamente importantes, el único motivo por el cual Cuba y Venezuela entran en el discurso político de Trump, durante su presidencia, fue para atacar a Obama, por la flexibilización de la relación  con Cuba y otro, por la construcción simbólica de un enemigo socialista – comunista que sirve a la concepción republicana. No hay ningún motivo por el cual EEUU pueda considerar a Venezuela como un actor estratégico ni siquiera en el área energética. El Partido que se ocupa de Cuba y Venezuela es el Republicano, no es por razones ni humanitarias, ni políticas, sino por la construcción identitaria del Partido

¿Ahora habrá mayor flexibilidad con Cuba?

Va haber flexibilización, pero no habrá discursos oficiales, ni públicos, sino será por vía administrativa. Nuevamente no es un tema que importe a los demócratas, tampoco es un tema que unifique a los republicanos, por tanto, será por vías burocráticas y de la política del día a día, pero no será anunciada por el Presidente.

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