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ANII: “Frente a los problemas heredados, buscamos soluciones responsables”

La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) expresó que su compromiso consiste en “asegurar inversiones en ciencia, tecnología e innovación que sean sostenibles en el tiempo y que beneficien directamente a los protagonistas del sector, en lugar de diluirse en discontinuidades o en costos burocráticos”.

Foto: Agencia Nacional de Investigación e Innovación.
Foto: Agencia Nacional de Investigación e Innovación.

En las últimas horas la Universidad de la República (UDELAR) manifestó su “profunda preocupación por el debilitamiento del sistema científico y cultural nacional”, a raíz de la decisión de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) de recortar su inversión en ciencia para 2021.

A raíz de ello, este viernes 26 de febrero, la ANII emitió un comunicado, que fue difundido por el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, en su cuenta de Twitter, en el cual se asegura que la ANII asumió el “compromiso de acompañar a los investigadores y al sector productivo innovador, desarrollando políticas que atiendan sus necesidades”.

Parte de ese compromiso consiste en “asegurar inversiones en ciencia, tecnología e innovación que sean sostenibles en el tiempo y que beneficien directamente a los protagonistas del sector, en lugar de diluirse en discontinuidades o en costos burocráticos”.

La ANII denuncia que cuando las actuales autoridades asumieron sus funciones,  constataron que dichos principios “estaban en riesgo”.

En el comunicado, la ANII aseguran que se encontró “una organización que estaba amenazada en su sustentabilidad”.

“Desde 2016 a 2019, la Agencia aumentó los compromisos asumidos cada año, sin asegurar un aumento acorde en sus ingresos. Las decisiones tomadas en 2019 llevaron la situación a un punto crítico. A pesar de la situación de debilidad, las anteriores autoridades asumieron más compromisos que nunca, sin prever los recursos correspondientes”, indica la ANII.

También manifiesta que en el año 2019 “la Agencia contaba con ingresos por 1.178 millones de pesos, y se asumieron compromisos por 1.271 millones, es decir, 93 millones más”.

A la vez, “el programa de trabajo aprobado por el directorio en diciembre de 2019 preveía ingresos por 1.207 millones para 2020, mientras que se asumían compromisos por 1.662 millones”.

Por otro lado, la ANII cuestiona que la actual Dirección se encontró “con una organización con altos costos burocráticos, principalmente debido a que tenía una estructura gerencial desproporcionada para una organización de poco más de 70 funcionarios”.

“En el año 2017 se decidió que el presidente pasara a ser rentado y se le dio un perfil más ejecutivo al cargo. Pero el cargo de secretario ejecutivo se mantuvo sin cambios. El resultado a marzo de 2020 es que la ANII contaba con un presidente que cobraba 193.760 pesos mensuales, más un secretario ejecutivo que cobraba 317.538 pesos”, se indica en el comunicado.

Por tal motivo, se expresa que “frente a los problemas heredados”, se buscaron “soluciones responsables”.

UDELAR expresa profunda preocupación por debilitamiento del sistema científico y cultural

La Universidad de la República (UDELAR) manifestó su “profunda preocupación por el…

El comunicado

He aquí el texto íntegro del comunicado de la ANII:

“Hacia una ANII más protagónica y sustentable

El Directorio de ANII reafirma su compromiso con el cometido fundacional de la Agencia. Sabemos que un país sin ciencia y sin innovación no puede avanzar. Por eso asumimos el compromiso de acompañar a los investigadores y al sector productivo innovador, desarrollando políticas que atiendan sus necesidades.

Parte de ese compromiso consiste en asegurar inversiones en ciencia, tecnología e innovación que sean sostenibles en el tiempo y que beneficien directamente a los protagonistas del sector, en lugar de diluirse en discontinuidades o en costos burocráticos.

Cuando las actuales autoridades entramos en funciones, constatamos que estos principios estaban en riesgo.

Por una parte, nos encontramos con una organización que estaba amenazada en su sustentabilidad. Desde 2016 a 2019, la Agencia aumentó los compromisos asumidos cada año, sin asegurar un aumento acorde en sus ingresos. Las reservas se estaban agotando y no se contaba con previsiones presupuestales garantizadas por ninguna autoridad.

Las decisiones tomadas en 2019 llevaron la situación a un punto crítico. A pesar de la situación de debilidad, las anteriores autoridades asumieron más compromisos que nunca, sin prever los recursos correspondientes.

El número de proyectos aprobados en los Fondos Clemente Estable y María Viña pasó de 55 en 2018, a 81 en 2019. Mientras ese año la Agencia contaba con ingresos por 1.178 millones de pesos, se asumieron compromisos por 1.271 millones, es decir, 93 millones más. El programa de trabajo aprobado por el directorio en diciembre de 2019 preveía ingresos por 1.207 millones para 2020, mientras que se asumían compromisos por 1.662 millones. En estas condiciones, el riesgo de no poder cumplir era cada día más real. Para que tal cosa no ocurriera, la ANII debía prácticamente duplicar su presupuesto en el quinquenio. Eso no había pasado nunca antes, y no existían recursos previstos para asegurar el salto.

Simultáneamente, nos encontramos con una organización con altos costos burocráticos, principalmente debido a que tenía una estructura gerencial desproporcionada para una organización de poco más de 70 funcionarios. Esa estructura había tendido a crecer con el paso del tiempo. Por ejemplo: inicialmente la ANII contaba con un presidente honorario y un secretario ejecutivo rentado. En el año 2017 se decidió que el presidente pasara a ser rentado y se le dio un perfil más ejecutivo al cargo. Pero el cargo de secretario ejecutivo se mantuvo sin cambios. El resultado a marzo de 2020 es que la ANII contaba con un presidente que cobraba $ 193.760 mensuales, más un secretario ejecutivo que cobraba $ 317.538.

Como queremos una ANII sustentable y protagónica, las nuevas autoridades nos propusimos sanear esta situación. Lo hicimos a partir de los siguientes principios:

-Todos los compromisos asumidos serán cumplidos (más de 3.800 proyectos en ejecución). Los científicos y empresas innovadoras no deben verse afectados por los problemas de gestión de la Agencia.

-No se afectarán los esfuerzos de formación y retención de recursos humanos altamente calificados.

-Tampoco se afectarán los instrumentos de apoyo a la Innovación.

-Se apostará a obtener iguales o mejores resultados, a costos menores que los que existían hasta ahora.

Estos principios generales se vienen traduciendo en decisiones concretas. Por ejemplo:

  • No se hizo ningún recorte a los proyectos con compromiso de financiamiento.
  • Se aumentó la cantidad de dinero destinado al Sistema Nacional de Investigadores, que fue de 216 millones de pesos en 2020 y pasa 223 millones en 2021.
  • Dentro de las pequeñas oscilaciones habituales, se mantuvo constante el número de becas de Maestría y Doctorado (154 becas en 2018, 143 en 2019. Todavía está en proceso la adjudicación de becas 2020; pero ya hay aprobadas 82 becas de Maestría, lo que permite anticipar que se estará dentro de las cifras habituales).
  • En 2020 se otorgaron créditos fiscales por 132 millones de pesos para financiar proyectos de l+D.
  • Se inició el recorte de gastos burocráticos, lo que incluyó, entre otras cosas, la decisión de dejar vacante el cargo de secretario ejecutivo.
  • Se inició un proceso de rediseño del portal Timbó, que permite el acceso a amplios repositorios de materiales académicos. En una primera etapa del proceso, se aseguró la continuidad del acceso al 75% de los materiales que estaban disponibles. Al mismo tiempo se inició un análisis del 25% restante. Estos últimos son materiales con bajos niveles de consulta, lo que no significa que no sean importantes ni que vayan a desaparecer del portal. Lo que se ha iniciado es un análisis de esos títulos, para, en una segunda etapa, tomar decisiones especificas.

Los sobrecompromisos generados por las autoridades anteriores obligaron a algunas medidas que hubiéramos preferido no tomar, como enlentecer transitoriamente la aprobación de nuevos proyectos o reducir la cantidad de recursos destinados a becas postdoctorales. También nos hemos vistos afectados por algunas consecuencias económicas de la pandemia, como la reducción de los fondos sectoriales en 144 millones de pesos (se trata de fondos extrapresupuestales que son aportados por terceros).

Si hemos tomado estas medidas transitorias no es porque la ciencia y la innovación no nos importen, sino porque nos importan mucho. Esta es una visión que compartimos con el gobierno nacional. La prueba es que la cantidad de recursos presupuestales con los que cuenta la ANII se ha mantenido prácticamente incambiada. Lo que estamos haciendo es trabajar para la sustentabilidad a largo plazo de una Agencia que está llamada a jugar un papel esencial en el desarrollo económico y social de nuestro país. Por eso estamos empeñados en optimizar el uso de los recursos disponibles y en buscar nuevas formas de financiamiento genuino. Frente a los problemas heredados, buscamos soluciones responsables.

Firman: Flavio Caiafa (presidente), Álvaro Pardo (vicepresidente honorario) y Pablo Caputi (director honorario)”.

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