EXPLOTACIÓN DE MENORES

Los formalizados de la Operación Océano «sabían que estaban con menores de edad», dice la fiscal

Hasta este fin de semana se habían identificado 11 víctimas de la red de explotación sexual de menores.

Fiscal Darviña Viera. Foto: Fiscalía General de la Nación
Fiscal Darviña Viera. Foto: Fiscalía General de la Nación

La Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia basada en Género, a cargo de Darviña Viera, ya ha identificado al menos 11 víctimas de la red de explotación sexual de menores que se investiga en la Operación Océano.

Durante la semana pasada se emitió una orden internacional para la detención de tres personas más que se encuentran en fuga y estarían fuera del país. «Esto recién empieza», dijo Viera.

Si bien la Fiscalía cree que podrían aparecer más imputados, el tiempo corre y más temprano que tarde se tendrán que presentar el caso ante la Justicia. «Pensamos que pueden surgir más imputados, pero en algún momento tendremos que hacer un corte para seguir adelante con el caso y presentar la acusación», agregó la letrada citaba por La Diaria.

El viernes, el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Primer Turno fijó la prisión preventiva para uno de los imputados y a otro de los formalizados se le dejaron en firme reiterados delitos de retribución o promesa de retribución a menores para mantener relaciones sexuales, figura legal que se ha usado en casi todos los formalizados de la operación.

Dicen que no sabían

El argumento de la defensa de los detenidos y formalizados es que en algunos casos las víctimas menores mintieron a los hombres adultos mostrando supuestamente cédulas falsas o adulteradas para hacerse pasar por mayores de edad.

La fiscal Viera y su asistente, Giuliana Realini, niegan que exista evidencia alguna de que eso haya sucedido. «Las personas formalizadas obviamente sabían que estaban con menores de edad. En la Fiscalía tenemos absoluta convicción de eso y contamos con la evidencia, por algo pedimos la formalización. Rechazamos de plano la idea de que alguno haya sido engañado, no hay ninguna evidencia de eso. En todo caso, se verá en el juicio», señaló Viera.

«Hay que ver la prueba en su conjunto. Algunos [formalizados] podrán decir que solicitaron la cédula antes de cometer el delito. Pero una cosa es decirlo y otra es poder probarlo: ¿qué nombre tenía esa supuesta cédula, qué edad decía y cuándo la vieron? Se habló por ahí de una cédula falsa, pero la pregunta es ¿hay signos de adulteración?, ¿cómo van a comprobar que fue adulterada?, ¿tomaron algún resguardo o solamente van a decir que la solicitaron? Repito: una cosa es decir y otra cosa es probar», agregó Realini.

Una de las víctimas declaró que el hombre que abusó de ella iba a buscarla al liceo. «Alguno dijo incluso que podía ser un liceo nocturno, pero eso es falso: no estamos hablando de un liceo nocturno, en este caso concreto comprobamos que la fue a buscar de tarde. O sea que sabían perfectamente que estaban con menores, porque si vas a buscar a la víctima a un liceo en plena tarde, creo que no hay mucho más para decir», continuó Viera.

Las edades de los supuestos victimarios van de los 40 a más de 60 años, y algunas de las víctimas no tenían más de 16 0 17 años.

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