MINISTRO DE SALUD

«No me fui a pasear a ningún lado»: Ministro Salinas dice que le hacen bullying

El ministro de Salud asegura sentirse "dolido" por la presión que recibe y que no duerme desde que inició la pandemia. El estrés mío ya se me fue al diablo", dice.

Foto: Presidencia de la República
Foto: Presidencia de la República

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, fue visto en la tarde del sábado comprando una heladera en un supermercado del balneario Solís, así como en una casa de su propiedad en la localidad.

Los vecinos lo reconocieron a él y a su vehículo personal que ya ha estado ahí antes, en el mismo momento en que los ministros de Interior y de Turismo sobrevolaban la ruta interbalnearia para constatar que miles de personas viajaban al Este para disfrutar de las playas atlánticas, como ignorando las recomendaciones de quedarse en casa por la pandemia del coronavirus.

Salinas tuvo la oportunidad de explicar por qué estaba en Solís el fin de semana: según dijo al diario El País, su cuñado volvió de España en un vuelo de repatriación y él le ofreció su casa para que hiciera la cuarentena necesaria. Le dejó alimentos que le duraron una semana y, para que esta persona no rompiera su cuarentena, es que decidió ir con su esposa a llevarle nuevas provisiones y comprar una heladera nueva -por eso su visita al supermercado- porque la anterior se dañó en esos días.

«¡Yo no me fui a pasear a ningún lado!»

En su conversación con el rotativo, Salinas se mostró «dolido» por las presiones que le han conllevado su puesto en este momento en particular.

«¡Yo no me fui a pasear a ningún lado! Y he trabajado todos los días, he aparecido en la prensa todos los días. Fui a llevarle víveres secos, carne, pollo, hamburguesas, para que el tipo comiera, para que no saliera de la casa», aseveró.

Su cuñado, dijo, estaba asintomático cuando llegó y fue trasladado a la casa en Solís.

Por eso considera que «lleva al nivel de acoso» que haya trascendido este hecho. «Está rozando la indecencia», espetó.

«Estoy bajo mil presiones, de sindicatos, prensa. Realmente, le regalo mi lugar. Ojalá que nunca en su vida esté en una posición como esta. Es un puesto de mucha responsabilidad, sí, y así lo ejerzo. Por eso me lastima y me duele. Me siento dolido», añadió.

«Estoy en cada cosa que pasa, trabajo sábado y domingo, no duermo. Hago que los demás respeten y que hasta algún pariente político respete y que cuando venga ni siquiera salga de la casa, que esté en el jardín, sentado nomás, tomando aire. Estoy haciendo que se cumpla, y encima me dicen esto. Ta, es el colmo. El estrés mío ya se me fue al diablo», concluyó.

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