Jihad Diyab intentó salir del país por tercera vez; quiso ir a Rusia pero carecía de visa
El Ex recluso de Guantánamo, que ya había intentado salir de Uruguay en dos ocasiones, llegó al Aeropuerto Internacional de Carrasco, pero ni siquiera se le permitió abordar.
Jihad Diyab, el refugiado sirio y ex recluso de Guantánamo, intentó por tercera vez irse del país el día de ayer. El hombre quiso aprovechar la salida del país de una hija que había venido a visitarlo y compró un boleto aéreo con destino a Rusia, en una agencia de viajes de Montevideo.
Su hija reside en Turquía junto a su esposa y los demás hijos, aunque Diyab tenía boleto para Moscú.
El refugiado posee un título de identidad de viaje, documento equivalente a un pasaporte, por lo que está habilitado para viajar con total libertad, pero está sujeto a las mismas regulaciones que cualquier pasajero, incluyendo visas de ingreso a determinados países.
Tras habérsele negado el abordaje, Diyab regresó en horas de la tarde a la agencia de viajes en que compró el pasaje a donde llegó acompañado con la militante de la organización Plenaria, Memoria y Justicia, Irma Leites.
Nunca se sintió en casa
Jihad Ahmed Mujstafa Diyab, conocido también como Abu Wa’el Dhiab, estuvo detenido en la prisión de Guantánamo bajo acusaciones nunca confirmadas de presuntos vínculos con Al Qaeda, y fue uno de los reclusos que más días de huelga de hambre sumó en dicha prisión. En diciembre de 2014 llegó a Uruguay en condición de asilado, pero intentó salir en dos ocasiones, antes de la de ayer.
El 18 de junio de 2016 las autoridades comunicaron que el paradero del hombre era desconocido, tras haber desaparecido dos días antes. El Gobierno de Estados Unidos cooperó con la cancillería uruguaya y con autoridades de seguridad brasileñas para dar con Diyab.
Técnicamente nunca fue un fugitivo, porque nunca fue juzgado ni acusado. Aunque desde Brasil presumieron que podría realizar atentados terroristas contra los Juegos Olímpicos, no fue así.
En junio 27 de 2016 apareció en la Embajada Uruguay en Caracas, Venezuela, en donde solicitó al gobierno uruguayo ayuda para llegar a Turquía para reunirse con su familia y declaró que no quería regresar a Montevideo.
El 9 de setiembre se declaró en huelga de hambre, cayendo en estado de inconsciencia el 14 del mismo mes, y prolongó su protesta hasta el final de 22 de octubre.
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