IRCCA comenzó el registro de interesados en cultivo domestico de marihuana

Este miércoles comenzó, en las oficinas del Correo, el registro de las personas interesadas en el cultivo domestico de cannabis.

Hasta el mediodía se habían registrado diez personas, tres en Montevideo y el resto en el interior, informó El País.

Las personas interesadas en inscribirse como “autocultivadores” deben presentarse en las oficinas habilitadas del Correo, con la siguiente documentación: cédula de identidad uruguaya, original y copia; constancia de domicilio o factura de servicio público (UTE, OSE o ANTEL) a nombre del interesado. En el caso de la factura de ANTEL, debe ser de telefonía fija o Anteldata, no se aceptan facturas de celular.

La inscripción se realizan sin costo, y la licencia para cultivo doméstico tendrá vigencia de tres años, y podrá realizarse una reinscripción a su vencimiento.

El IRCCA dispone de 30 días para autorizar el desarrollo de la actividad solicitada, conforme a lo dispuesto por la Ley 19.172 que reglamentó el cultivo y comercialización de la marihuana.

De acuerdo a lo establecido por el IRCCA y la regulación se entiende por cultivo doméstico de cannabis psicoactivo a aquel “realizado por personas físicas que, estando destinado al uso personal o compartido en el hogar, no supere las seis plantas de cannabis hembras por cada casa-habitación, y el producto de la recolección de la plantación no puede superar los 480 gramos anuales”.

No se podrá realizar más de un cultivo doméstico por casa habitación, sin importar la composición del grupo familiar y el número de habitantes que viven en ella.

Solo pueden ser titulares de un cultivo doméstico “las personas físicas capaces, mayores de edad, ciudadanos uruguayos naturales o legales, o los detentores de residencia permanente”.

Identificar a quienes se pasan de la raya

La regulación del mercado del cannabis permite “identificar a los consumidores que se están pasando de la raya”, dijo Mujica este miércoles.

En declaraciones a Subrayado indicó que “en la ilegalidad” cuando se detectan a los adictos “ya es tarde”.

“No es un viva la ‘pepa’, sino que permite al Estado identificar a los consumidores y observar cuándo se están pasando de la raya”, dijo.