Este «café molecular» se elabora íntegramente sin granos de café
Una startup estadounidense aseguran haber desarrollado un nuevo café que, en realidad, está hecho sin granos de café.
La startup «Atom», con sede en Seattle, Washington, ha desarrollado un «café molecular» que, aseguran, es una de las mejores tazas que tomarás en tu vida pero que está hecho sin granos de café, a pura ingeniería química.
La compañía lo está promocionando como una forma de deshacerse de la necesidad de agregar crema o azúcar, ya que su producto está diseñado desde el principio para ofrecer los sabores y aromas deseables de una gran taza de café.
El CEO de Atom, Andy Kleitsch, y el microbiólogo Jarret Stopforth son los rostros de la empresa. Creen que han identificado los 40 o más compuestos que se encuentran en las proteínas y los aceites del café que representan el cuerpo, el sabor en boca, el aroma y el color del café, y crearon un producto hecho de ingredientes sostenibles derivados de fuentes naturales.
¿Café que no es café pero sabe a café?
El resultado: «el café más suave que jamás hayas tomado, con una dosis de cafeína que esperas», se lee en su página de Kickstarter que están usando para recoger fondos. El producto en sí no es un polvo que se disuelve en agua caliente: el equipo decidió replicar el ritual tradicional de la fabricación de café al crear granos enteros que se muelen.
Atom dice que el producto esta hecho de «materias primas basadas en plantas», pero es increíblemente vago acerca de lo que eso realmente significa. «En este momento no estamos revelando nuestros ingredientes», se lee en la sección de preguntas frecuentes en el kit de prensa de la compañía.
¿Qué está mal con el café tradicional?
Los productores de café están sintiendo cada vez más los efectos negativos del cambio climático y la deforestación en la delgada franja tropical en donde crece todo el café del mundo. Un estudio publicado a inicios de 2019 encontró que el 60% de las especies de café silvestres están en peligro de extinción.
Están los problemas laborales que plagan la industria del café. Incluso las compañías de café más grandes, incluido Nestlé, están empezando a admitir el riesgo de que se emplee la mano de obra esclava en las plantaciones de café de todo el mundo.
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