DIVISAS CRÍPTICAS

15 bancos centrales del mundo incursionan en las criptomonedas: Uruguay está en la lista

Aunque la idea principal de las criptomonedas es que los Estados y las entidades financieras transnacionales no metan la cuchara en el control de la oferta y la demanda, los bancos centrales están pensando seriamente incursionar en este mercado.

Bitcoin, Ethereum y Ripple son tres de las criptomonedas más populares del mundo. Foto: Pixabay
Bitcoin, Ethereum y Ripple son tres de las criptomonedas más populares del mundo. Foto: Pixabay

Podría parecer que las criptodivisas están a la baja, pero en realidad esto no es tan cierto. Incluso si las criptomonedas privadas están perdiendo popularidad, parece probable que nos dirigimos hacia una era de monedas digitales nacionales respaldadas por bancos centrales.

Los bancos centrales son las instituciones que establecen la política monetaria para una nación, administran la inflación y actúan como «prestamistas de última instancia», como el Banco de Inglaterra en el Reino Unido y la Reserva Federal en los Estados Unidos. De hecho, no menos de 15 de estos bancos centrales de todo el mundo se están tomando en serio la idea, y muchos otros al menos la están explorando, según un informe recientemente publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Hay dos razones principales para la tendencia, según el informe. Primero, las nuevas formas de dinero digital están “reduciendo el papel del efectivo”. Además, algunos bancos centrales están interesados en utilizar la tecnología para llegar a los cientos de millones de personas que no tienen una cuenta bancaria o acceso a servicios financieros modernos. Finalmente, la mayoría de los bancos centrales ven el potencial de reducir los costos al reemplazar los billetes físicos con los digitales.

Uruguay en la lista

Tiene sentido que los bancos centrales se estén interesando en las monedas digitales. Las nuevas tecnologías de pago, incluidas las criptomonedas, están cambiando el sistema financiero global, y los bancos centrales deben entender cómo afectará eso su papel. «El dinero en sí está cambiando», dijo la jefa del FMI, Christine Lagarde, en un discurso que acompañó la publicación del nuevo informe.

«El estado debe ofrecer una alternativa al mercado de pago privado», argumentó recientemente el banco central de Suecia, Riksbank, una de las entidades bancarias estatales que están incursionando en las criptodivisas.

El Banco Popular de China también parece estar desarrollando agresivamente una moneda digital. El año pasado lanzó su Digital Currency Research Institute, y recientemente ha estado reclutando expertos en criptografía para ayudarlo a crear una nueva forma de dinero que es más barata de manejar y más fácil de rastrear que el efectivo. El banco central de China también cita la inclusión financiera como su razón, al igual que las instituciones en Uruguay, Senegal y Túnez.

Cualquier banco central que planea lanzar su propia moneda digital debe abordar una serie de desafíos técnicos y legales. ¿Debería el sistema confiar en una infraestructura centralizada, o debería funcionar más como una criptomoneda descentralizada? ¿Hasta qué punto pueden los gobiernos usar las innovaciones que han surgido en las criptomonedas?, ¿Y qué aspectos no son apropiados? Los sistemas de blockchain tienen el potencial de ser más resistentes, pero algunos sistemas actuales son ineficientes y lentos. La mayoría de las criptomonedas pueden mover millones de un lado a otro de forma anónima, algo que no gusta mucho a los bancos centrales y a los Estados que tienen legislaciones para la transparencia bancaria.

 

 

 

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