FROTARSE LAS MANOS

El alcohol en gel potencia la resistencia de las bacterias

El uso de alcohol en gel en hospitales y centros de salud en general ha ayudado a reducir muchísimo las infecciones por estafilococo áureo, pero al mismo tiempo otros se está volviendo cada vez más resistentes.

Foto: Pixabay
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En los últimos 20 años, el uso cada vez más difundido de desinfectantes y alcoholes en gel para manos en hospitales ha sido increíblemente exitoso en la reducción de casos de infecciones mortales por estafilococos dorados, conocido como estafilococos áureo. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que algunas bacterias se están volviendo resistentes por el uso excesivo de dichos desinfectantes.

El profesor Paul Johnson comenzó a preguntarse por qué estaba sucediendo ese fenómeno; cuando las infecciones de estafilococos áureo estaban disminuyendo, las de otro patógeno bacteriano, Enterococcus faecium, estaban aumentando. A pesar de la rápida evolución de las superbacterias resistentes a los antibióticos, los modernos controles de infección regimentada en muchos hospitales han ayudado a reducir las infecciones con el tiempo. Johnson se acercó a su colega Tim Stinear con la convincente hipótesis de que tal vez algunas bacterias se estaban volviendo resistentes a los fuertes desinfectantes a base de alcohol.

«Paul me dijo que tal vez se estaban volviendo tolerantes a todos los alcoholes que usamos en nuestros productos de higiene para manos», explicó Stinear, coautor del estudio. «Pensé que eso era ridículo. ¿Cuáles son las posibilidades de que algo se vuelva tolerante al alcohol? Es un desinfectante de amplio espectro, se mete en las membranas bacterianas y las destroza. Es un aniquilador general», añadió.

Desde que fueran identificadas por primera vez en la década de 1980, varias cepas del género bacteriano del enterococo han generado una resistencia al antibiótico vancomicina. Estos se están convirtiendo en un problema creciente en los hospitales de todo el mundo, y en 2017 el Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU. publicó un documento sugiere una peligrosa propagación de Enterococcus faecium en particular, y está alcanzando niveles que podrían considerarse epidémicos o críticos.

La resistencia

La nueva investigación probó 139 cepas diferentes de Enterococcus faecium, encontradas en hospitales australianos durante un período de veinte años. La bacteria se trató con una solución de isopropanol, similar al alcohol en gel común que se comercia para lavarse las manos. Sorprendentemente, los investigadores encontraron que las cepas bacterianas recolectadas después de 2010 eran 10 veces más tolerantes a las soluciones de alcohol que las cepas más antiguas.

«Comenzamos las pruebas para ver si tenían alguna tolerancia al alcohol, y efectivamente, las nuevas cepas eran más tolerantes a la exposición al alcohol que las más antiguas», asegura Stinear.

Los investigadores correlacionaron esta mayor resistencia en las bacterias con el crecimiento en el uso de desinfectantes para manos, mayormente en hospitales. En los últimos 15 años, asegura el científico, cada hospital ha aumentado en varias decenas de veces el uso de alcohol y las cepas de bacterias se ven cada vez más expuestas a este.

En lugar de desacreditar la eficacia de los desinfectantes para manos a base de alcohol, el estudio sugiere que muchas personas que usan estos productos no se frotan las manos durante un tiempo lo suficientemente completo como para eliminar por completo los rastros de bacterias. La duración óptima recomendada es de 20 a 30 segundos, pero, como sugiere Stinear, frotarse las manos por un tiempo insuficiente podría potenciar la resistencia de las bacterias y causar que la próxima generación o cepa sea más poderosa.

La nueva investigación fue publicada en la revista Science Translational Medicine .

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