Twitter amplía de 140 a 280 caracteres el límite en los mensajes

La limitación a 140 caracteres ha servido para que los usuarios de Twitter pongan a prueba la síntesis y la creatividad. Para otros resulta realmente frustrante entablar una discusión con tan poco espacio, y prefieren irse para redes como Facebook o Reddit, o bien blogs como Tumblr o Blogger.

Esta limitante ha sido criticada constantemente, pues no es lo mismo 140 caracteres en inglés, que en español, en japonés o alemán.

La compañía escuchó por fin a los tuiteros y aumentará a 280 caracteres el límite por mensaje publicado. Se trata de una etapa experimental que será aplicada primero a cuentas verificadas y usuarios específicos, en un intento por aumentar de forma importante el uso de la red social, que ha estado perdiendo terreno frente a otras que se han fortalecido en los últimos años.

Según explicaron Aliza Rosen e Ikuhiro Ihara, responsable de producto e ingeniero de software respectivamente, la motivación del cambio radica en que la empresa es consciente de que comprimir un mensaje en tan poco espacio puede resultar complicado.

Palabras más, palabras menos

Hay lenguajes como el coreano o el japonés en los que 140 caracteres pueden contar casi una noticia completa, mientras que en alemán o en español, por ejemplo, alcanza para unas pocas palabras.

La idea de Twitter es recopilar datos de las cuentas con las que se haga el experimento, para ver si amerita hacerlo extensivo a todos los usuarios. “Twitter es brevedad. Eso es lo que hace que sea la mejor manera de ver lo que está pasando. Los tuits recogen de manera concisa la información o los pensamientos que importan. Y eso es algo que nunca va a cambiar. Entendemos que como muchos de vosotros habéis estado tuiteando durante años puede que sintáis un apego emocional a los 140 caracteres, a nosotros también nos ha pasado”, explicó la empresa.

Desde el regreso de Jack Dorsey, fundador de la compañía que se había separado hace un tiempo, se han estado implementando una serie de medidas para adaptarse a los cambios de comportamiento de los usuarios, cada vez más exigentes.