Consumo de drogas podría haberse reducido gracias a los smartphones

Aunque la creciente tendencia de legalización de la marihuana en diversos países, o la proliferación de novedosas drogas sintéticas entre los jóvenes, todo indica que el consumo de drogas en distintos segmentos de edades está tendiendo a la baja. Al menos así se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos.

Aún no hay consenso en la comunidad científica, pero una de las hipótesis que se manejan es que podrían estar relacionado a la reducción del consumo de cigarrillo, que se considera puerta de entrada a otro tipo de drogas. También se especula que las carísimas campañas y exhaustivas campañas contra las drogas de diseño han surtido efecto.

¿Idea descabellada?

Otra hipótesis -y la más sorpresiva- es que los niños y adolescentes están siendo cada vez más estimulados por los smartphones y las computadoras. Según los científicos, la idea no es del todo disparatada, sobre todo porque el aumento de tables y teléfonos inteligentes coincide con la reducción del uso de drogas.

La relación entre estos dos hechos se puede deber a dos factores: primero, que las redes sociales y medios interactivos podrían estar generando estímulos cerebrales parecidos a los que causan las drogas, o porque estos dispositivos consumen demasiado tiempo de los chicos y estos tienen menos chance de estar probando sustancias psicoactivas.

Según contó Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos, al periódico The New York Times, está por iniciarse una investigación que buscará datos que confirmen la relación entre el incremento en el uso de smartphones y la baja en el consumo de drogas. Según dijo, la idea surgió de un estudio financiado por el Gobierno estadounidense en que se descubrió que, a excepción de la marihuana, el consumo de la mayoría de las drogas ilícitas se encuentra en su punto más bajo en 40 años. Aún así, la marihuana disminuyó de los grados octavo a décimo de drogas más consumidas.

Para Volkow, los dispositivos electrónicos y sus subproductos deben verse como un «esfuerzo alternativo a las drogas», pues algunas personas pueden llegar a sentirse «literalmente drogados» cuando, por ejemplo, juegan a los videojuegos. En ese sentido la doctora Silvia Martins, en conjunto con la Universidad de Columbia, ya empezaron a estudiar esta relación desarrollando vídeos que causen sensaciones o creen actividades novedosas que alejen a los jóvenes de la necesidad de usar drogas, aunque admitió que hacen falta más estudio y cifras para estar seguros del lineamiento a seguir.