CANES DE RAZA

«perros de diseñador»: las razas que más sufren por la intervención del humano

Los humanos hemos estado buscando producir razas de perros que nos gusten, que se adapten a nuestras viviendas y que tengan los comportamientos que nos satisfagan. Pero, ¿cuál es el precio que tienen que pagar estos animales por nuestros caprichos?

Un perro "Puggle", mezcla entre el Pug y el Beagle. Heredan problemas respiratorios por la deformidad de su nariz y garganta, además de las afecciones cutáneas de los Beagle. Foto: Darwin Bell.
Un perro «Puggle», mezcla entre el Pug y el Beagle. Heredan problemas respiratorios por la deformidad de su nariz y garganta, además de las afecciones cutáneas de los Beagle. Foto: Darwin Bell.

Los Canis lupus familiaris son descendientes directos de los lobos (Canis lupus), pero los hemos estado mezclando entre sí para lograr «el perro perfecto», perros atractivos y estéticos, o que sean fieros y guardianes. Pero el concepto de la belleza que aplicamos a los perros tiene un costo altísimo para la salud de estos fieles animales de compañía.

Algunos perros de diseño pueden llegar a costar miles de dólares, pero el dinero es lo de menos, comparado con las deformidades que se les ha causado y los problemas subsecuentes.

«Por cada perro perfecto te vas a encontrar muchos perros locos», comenta a Gizmodo el criador Wally Conron, responsable de crear el primer perro de diseñador en los años 80’s.

Nombres como «Labradoodle» o «Maltipoo», son solo algunos de los ejemplos de los perros que hemos diseñado a nuestro gusto, importándonos poco cuánto les afectamos su calidad de vida.

Foto: flickr.com/lscott2dog
Foto: flickr.com/lscott2dog

Chiweenie

Mezclando el Chihuahua y el Dachshund (perro salchicha) nació el Chiweenie. Tiene fama de tener un buen temperamento y ser supuestamente sano. Sin embargo se reportan constantemente problemas de rodillas que pueden llegar a requerir carísimas cirugías, además de distintos tipos de alergias, como por ejemplo en los ojos por el polvo y el polen.

Foto: pomskypup.com
Foto: pomskypup.com

Pomsky

Como tal vez ya dedujiste del nombre, es una combinación entre el Pomeranian y el Husky Siberiano. La polémica surge porque el primero mide unos 25 centímetros, mientras que el Husky puede llegar a medir unos 60 a 70 centímetros. Debido a que, por las evidentes diferencias físicas, no se pueden aparear de forma natural, los embarazos se dan con inseminación artificial. Casi siempre se cruza a un Pomeranian varón con una Husky hembra, para evitar que la hembra de a luz crías demasiado grandes que le causen la muerte en el parto.

Debido a la disparidad física entre ambas razas, es impredecible cómo van a nacer los cachorros. Pueden llegar a ser más significativamente más difíciles de entrenar que otros perros, y el temperamento de cada individuo es poco previsible.

Algunos pueden heredar comportamientos de celos con sus dueños, como los Pomeranians, o testarudos y necios como los Huskies.

Entre otros problemas físicos, son propensos a sufrir displasia de cadera, cataratas y dermatitis.

Foto: goldendoodlesandiego.com
Foto: goldendoodlesandiego.com

Goldendoodle

De una madre Golden Retriever y un padre French Poodle (Caniche) sale un Goldendoodle. El Golden es un perro con energía comedida, control de su fuerza e inteligencia prodigiosa, y el Poodle es temperamental y muy expresivo. Pueden salir de distintos tamaños, como el Goldendoodle miniatura, que pesa hasta 15 kilos, mediano que pesan hasta 20 kilos, y el estándar con peso de hasta 45 kilos.

Pueden llegar a sufrir displasia de cadera, problemas cardíacos severos y enfermedades oculares.

Foto: flickr.com/Zippy
Foto: flickr.com/Zippy

Maltipoo

El cruce entre un Maltés y un Poodle gana popularidad entre aquellos que estén dispuestos a pagar más de US$650 (unos 19.500 pesos).

Es un perro considerado amigable y fácil de entrenar, pero susceptible a desarrollar problemas médicos heredados de ambos padres. Una afección genética le puede causar colapso de la tráquea, la cual se les cierra y les cuesta respirar. También tienen una boca demasiado pequeña, por lo que no tienen mucho espacio para el desarrollo de sus dientes, y por esto requieren cuidados dentales especiales de por vida.

Un perro "Puggle", mezcla entre el Pug y el Beagle. Heredan problemas respiratorios por la deformidad de su nariz y garganta, además de las afecciones cutáneas de los Beagle. Foto: Darwin Bell.
Un perro «Puggle», mezcla entre el Pug y el Beagle. Heredan problemas respiratorios por la deformidad de su nariz y garganta, además de las afecciones cutáneas de los Beagle. Foto: Darwin Bell.

Puggle

Es un híbrido entre un Pug y un Beagle. El Pug ya de por sí es conocido por sus dificultades respiratorias, como consecuencia de la deformidad que la constante mezcla les ha causado en nariz, boca y garganta, y el Beagle puede llegar a sufrir afecciones cutáneas como alergias y hasta úlceras en la piel.

También del Beagle pueden llegar a heredar problemas en los oídos, debido a que esas típicas orejas caídas no dejan circular bien el aire en el oído medio e interno, y se les pueden llegar a infeccionar. El Pug les puede heredar una severa afección congénita que causa inflamación cerebral que tiene como consecuencia -en los casos más severos- hasta convulsiones.

 

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