TECNOLOGÍA CONSTRUCTIVA

Bio-concreto: el material de construcción que se repara a sí mismo

Un material de construcción que se repara a sí mismo podría sonar fantasioso, pero sería una realidad en un corto plazo, según un grupo de científicos que están desarrollándolo.

Un novedoso bio-concreto podría reparar grietas en las paredes. Foto con fines ilustrativos: Jens karlsson.
Un novedoso bio-concreto podría reparar grietas en las paredes. Foto con fines ilustrativos: Jens karlsson.

Como si se tratara de un ser vivo, este proyecto de la Universidad Técnica de Delft de los Países Bajos podrían revolucionar las técnicas de construcción modernas.

El científico Henk Jonkers, cabeza de la investigación, afirmó que «este concreto va a revolucionar la forma en que construimos porque está inspirado por la naturaleza». Este material de construcción fue nominado a mejor invento europeo en 2015.

Más que inspirado por la naturaleza, el bio-concreto está compuesto de ella. Las increíbles facultades de este material está hecho con bacterias.

Cómo funciona

La fórmula del bio-concreto contiene -aparte del cemento tradicional- cepas de bacteria Bacillus Pseudofirmus, que pueden habitar en ambientes tan hostiles como cráteres de volcanes activos. Estos microorganismos forman esporas y pueden sobrevivir por más de 200 años en un edificio, según Jonkers, alimentándose de lactato de calcio, alimento principal de dichas bacterias.

Cuando se forman grietas en las edificaciones hechas con el bio-concreto, las bacterias del interior de las rajaduras quedan expuestas a varios elementos, principalmente el agua; la humedad penetra en las fisuras y activa los microorganismos que empiezan a alimentarse del lactato de calcio y, como proceso de su digestión, secretan piedra caliza. Este material «cura» las grietas en el bio-concreto en poco más de tres semanas.

«Todo indica que no hay límite para el tamaño de la grieta que nuestro material puede reparar. Desde centímetros hasta kilómetros», afirmó Henk Jonkers a la BBC. Para el ancho sí hay límite, pues el máximo de grosor que estas bacterias pueden reparar es de 8 milímetros.

Aunque puede llegar a ser notoriamente más caro que el concreto tradicional, a la larga se notan los beneficios económicos de usar el bio-concreto, pues se ahorrarán costos de reparación de grietas y puede ayudar a evitar la filtración de humedad, que causa problemas en las pinturas y revestimientos internos y externos.

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