MEDICINA ALTERNATIVA

Kambó: ¿la cura de todos los males o un veneno mortal?

El Kambó -veneno de una rana amazónica- se está volviendo cada vez más común a nivel internacional, especialmente en Sudamérica. Muchos aseguran que el Kambó cura todo tipo de enfermedades y la utilizan con fines terapéuticos. Sin embargo, algunos científicos advierten que sus supuestos beneficios no están probados y que podría llegar a ser mortal.

Rana Phyllomedusa Bicolor. Foto: Wikimedia Commons.
Rana Phyllomedusa Bicolor. Foto: Wikimedia Commons.

La Phyllomedusa bicolor, más conocida como rana kambó o rana mono grande, segrega una sustancia altamente tóxica para defenderse de los depredadores. Este anfibio de color verde brillante vive principalmente en  la selva del estado de Acre, en el noreste de Brasil, pero también se puede encontrar en Bolivia, Colombia, Guyana, Perú y Venezuela.

Tradicionalmente, varios grupos indígenas de Brasil -como los katukinas, kaxinawás y ashaninkas- utilizan el veneno de esta rana en sus rituales, con el fin de mejorar su sistema inmunológico. Para ello la cazan, la toman por sus extremidades y le rascan la espalda con una espátula para retirar la secreción.

Más recientemente, también se utiliza el Kambó en ceremonias organizadas por chamanes occidentales en entornos urbanos. Según BBC, se pueden encontrar curanderos que ofrecen sus servicios en Chile, Colombia, Perú y España, que cobran hasta 50 dólares por sesión.

Los efectos del Kambó

El mismo medio habló con Carlos Fuentes, un chamán que aprendió la técnica hace cuatro años y hoy ofrece sesiones en Chile. «El Kambó es una medicina, no un remedio”, afirma, y agrega: “Trabaja en tres campos: el físico, el mental-emocional y el espiritual, y en la alineación del ser para su completa cura”.

El paciente debe acudir a la sesión en ayunas y allí tomará hasta tres litros de agua. Mientras, el chamán le realiza una serie de quemaduras superficiales con el veneno; en la pantorrilla para las mujeres y en los brazos o en el pecho para los hombres. Luego, el chamán aplica la sustancia de la rana –que ha sido mezclada con agua y secada sobre madera- sobre las quemaduras.

Según Daniel Valdés, un chileno que probó el tratamiento y también habló con la BBC, unos tres o cuatro minutos después de aplicado el veneno “sientes que el fuego te recorre el cuerpo”. El trance dura unos 15 minutos y culmina en vómito y alivio.

Dolor de cabeza para los científicos

Ante la expansión de esta práctica medicinal, varios científicos advierten que ninguna de las propiedades que se le atribuyen a la sustancia están comprobadas y que en algunos casos puede incluso ser mortal.

«Es sabido que el veneno de la Phyllomedusa tiene péptidos con una potente actividad agonista opioide, como las deltorfinas y las dermorfinas, por lo que la sensación de bienestar experimentada por los usuarios de kambó puede deberse a ellas», dice a BBC Mundo Leonardo de Azevedo Calderón, de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, uno de los principales centros de investigación sobre salud pública del mundo.

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