Doodle de Google para Lucy, la primera homínido en caminar erguida hace 3 millones de años

Lucy- bautizada así en honor de una canción de los Beatles, la que más escuchaban los antropólogos durante las excavaciones- se llamó simplemente en aquél momento AL-288-1, y era un esqueleto de una hembra que en vida, hace unos tres millones de años, mediría no mas de un metro de estatura, pesaba 27 quilos, y según los estudios de los molares tenía 20 hijos cuando murió. Había tenido hijos, pero resultó imposible establecer si más de uno.

Incluída dentro del género Australophitecus afarensis, los huesos aguardarían todavía tres años más –poca cosa después de los 3 millones de años que habían permanecido bajo tierra- para dar su salto a la fama.

El secreto del cuarto metatarso

Un trabajo publicado en la revista Science confirmaba en 2011 que Lucy no solamente tenía unos pies bastante parecidos a los nuestros, sino lo más importante: caminaba erguida.

A diferencia de los trepadores de árboles –antecesores de Lucy- que caminaban como lo hacen hoy los grandes simios, Lucy era decididamente bípeda. Las pruebas concluyentes se basaron en huesos del metatarso, que aporta evidencias de los arcos plantares capaces de sostener el estilo de marcha de los humanos. Los pies de los monos no tienen arcos permanentes, algo que nos permite hacer palanca cuando el pie levanta del piso y amortiguar el choque cuando la planta vuelve a pisar. La transformación de la estructura de agarre del pie, a una de marcha y carrera en dos pies, es considerada uno de los hitos de la evolución.

Para esta ocasión y en un entorno de huesos en todas sus letras, Google destaca a Lucy en el centro de la imagen diferenciada en color y en su andar más avanzado que el de los monos y casi idéntico al nuestro.