ASTROBIOLOGÍA

Los extremófilos terrestres son los únicos organismos conocidos capaces de haber sobrevivido en Marte

La confirmación de agua líquida en Marte no ha hecho más que multiplicar la pregunta que los terráqueos nos hacemos desde que Flammarion y Lowell en el siglo XIX abrieron la especulación sobre la existencia de “marcianos”: ¿Hay vida entonces en Marte?, se pregunta el hombre de la calle a quien a ciencia le ha dicho que si hay agua, debe haber vida.

Imagen de microscopio digital de un extremófilo. Foto: Wikimedia Commons.
Imagen de microscopio digital de un extremófilo. Foto: Wikimedia Commons.

Pues bien, a ciencia cierta nadie sabe si hay vida en Marte, pero las posibilidades de una civilización que construyera canales (como se describieron los primeros trazos que los telescopios permitieron ver sobre el planeta) han quedado relegadas a lo ínfimo, por no negarlo de plano. Lo que podría no obstante ser posible es que extremófilos, de características similares a los encontrados no hace mucho tiempo en la Tierra, puedan estar viviendo en Marte. Y así lo reconoce la ciencia.

Alfred McEwen, el técnico jefe del instrumental Mars Reconnaissance Orbiter, dijo en la conferencia de prensa en que la NASA anunció el descubrimiento tener certezas que la posibilidad de vida en Marte es “muy alta”, aunque por supuesto una vida de nivel microbiológico y en la superficie.

¿De qué formas de vida estamos hablando?

Si los extremófilos –microorganismos que habitan en las condiciones más extremas del planeta- fueron considerados cuando se los descubrió a principios de este siglo, una absoluta rareza, cada vez mayor número, de diferentes características, han abierto un espectro que permite no solo considerarlos algo no excepcional, sino también que puedan existir en condiciones similares en otros lugares del Universo, Marte incluido.

Los extremófilos marcianos, deberían soportar temperaturas en verano del orden de 20 grados bajo cero y de 100 bajo cero en invierno. Además deberían tolerar concentraciones salinas altísimas, las únicas capaces de permitir que el agua esté líquida a temperaturas tan bajas. Tampoco es desconocida la posibilidad: el extremófilo Natrialba Magadii, que es originario del lago Magadi en Kenya, vive en concentraciones de sal mucho más altas de las que albergan vida en cualquier forma en el planeta Tierra.

La NASA sabe además que la supervivencia de estos microorganismos es posible: en 2011 envió en un transbordador  invertebrados de orden tardígrados (“osos de agua”), los que sobrevivieron. Los “osos de agua” tienen extraordinaria resistencia a ambientes extremos, sobreviviendo décadas sin comida ni agua, con presiones atmosféricas hasta 6.000 veces más potentes que la terrestre y más allá de los 200 grados bajo cero, además de ser inmunes a la radiación ionizante.

De momento sin embargo el misterio de la vida marciana sigue siendo tanto o más que cuando la NASA concluyó que el meteorito Nakhla, que proveniente de Marte cayó en la Tierra en 1911, tiene su interior “al menos un 75% de materia orgánico que no puede ser de contaminación terrestre”.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje