ROBÓTICA

Desarrollan “algoritmo evolutivo” para que los robots logran elegir estrategias ante imprevistos y roturas

Si el mundo de la robótica es fascinante en la ciencia ficción, en la vida real parece ser bastante menos desarrollado de lo que creemos en algunos aspectos, particularmente en el que refiere a lo que deben hacer cuando ocurre algo “fuera de libreto”, es decir un imprevisto o una rotura, ante la cual simplemente detienen la función que cumplían.

“Es una tecnología capaz de dotar a un robot de imaginación", señalan. Foto: Jorge Franganillo.
“Es una tecnología capaz de dotar a un robot de imaginación», señalan. Foto: Jorge Franganillo.

Ahora un desarrollo de investigadores franceses y norteamericanos, basado en un “algoritmo evolutivo”, permite avanzar en el camino de reparaciones inmediatas, las que el robot es capaz de efectuar en tanto su programa tiene experiencias almacenadas con anterioridad y le indican cual es la mejor estrategia “de supervivencia”.

“Es una tecnología capaz de dotar a un robot de imaginación», señala. «Se basa en explotar una gran cantidad de información y permite al robot aprender una tarea nueva para la que no había sido programado”, ha explicado  Carlos Balaguer, director del RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid, en declaraciones que reproduce el diario La Nación de Buenos Aires.

Las dos presentaciones robóticas pioneras

Básicamente los investigadores han desarrollados dos robots que ya tienen este sistema de evolución operativo. El primero una suerte de cangrejo de seis patas que se repone de cinco tipos de averías en menos de dos minutos, e incluso es capaz de mantenerse avanzando en su camino a saltos pese a perder una pata. El otro es un brazo robótico, similar a los conocidos, pero capaz de seguir encestando una pelota a pesar de sufrir 14 fallos distintos, según publica la revista especializada Nature.

El nuevo algoritmo selecciona los movimientos que tienen sentido en ese momento de ruptura y, tras comprobaciones de prueba y error que en algunos casos no llegan a un minuto, los robots adaptan sus movimientos para seguir funcionando. Los responsables del estudio señalan que, aunque el nivel de complejidad de estas mentes robóticas es infinitamente inferior al de cualquier animal, la base que utiliza para valorar la situación y adaptarse es del mismo tipo, una suerte de “inteligencia artifical” sumamente primitiva, pero real a fin de cuentas.

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