Doodle de Google recuerda a Gerardus Mercator, el cartógrafo que revolucionó los mapas mundiales

La mayor creación del cartógrafo –la “proyección” que lleva su nombre- define a una serie de líneas de longitud paralelas que permitieron a los navegantes de la era de los grandes descubrimientos, guiarse a través de planos con líneas rectas más fiables. Su descubrimiento, permitía respetar fundamentalmente la forma de las costas, islas, continentes y demás, aunque no necesariamente sus tamaños.

Para 1590 Mercator había creado además una de las cartografías más avanzadas de su tiempo sobre Europa, algo que ahora parece tan habitual, pero que en el siglo XVI, tenía faltantes que hacían casi imposible reconocer, navegar y viajar por muchas zonas. Sus mapas de Flandes –su tierra natal-  además de Francia, Alemania, Grecia y los Balcanes, además de los seis paneles sobre Europa, lo llevaron a ser nombrado “cartógrafo de la Corte” por el Duque Guillermo de Cléveris.

Mercator es reconocido además como uno de los pioneros en la concepción de conjuntos de mapas capaces de explicar la geografía conocida, a lo que definiría con una palabra que se convertiría en sello: el Atlas. Los tres tomos del  “Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mundi et fabricati figura” (Atlas, o meditaciones cosmográficas sobre la creación del universo y el universo en tanto creación), es en donde por primera vez se usa el término “Atlas” y la obra culminada por su hijo, Rumold, su legado escrito más importante.

El cambio de letras que mejoró la cartografía

Otros de los avances en cartografía que el mundo le debe a Mercator, fue el nuevo estilo de letras cursivas –comúnmente llamadas “itálicas”- que aplicado a los mapas permitió sustituir a los caracteres góticos que se empleaban hasta entonces. Aunque pueda parecer menor, el cambio implicó casi una revolución en su época, y facilitó el diseño y construcción de los globos terráqueos, una novedad de “última tecnología” para el siglo XVI.

En 1544 fue enviado a la cárcel acusado de herejía, por sus simpatías con los protestantes de Flandes. Durante su tiempo en prisión se afirma que continuó desarrollando su teoría de proyecciones utilizables en mapas, que emplearía por vez primera recién en 1569 con su “Proyección de Mercator”.