Facebook at Work, de momento está limitado para empresas en Estados Unidos que tengan más de un centenar de trabajadores, las cuales sirven de terreno de experimentación para establecer fortalezas e incertidumbres de un servicio destinado a “mejorar las comunicaciones entre los empleados y los grupos de trabajo”.

La experiencia primigenia ha sido un éxito: fue en la propia compañía Facebook, donde desde hace años se está trabajando con una versión similar del “at Work”, y los trabajadores coinciden que permite no solamente optimizar las formas de relacionarse, sino coordinar mejor las labores, y compartir enlaces o hacer comentarios, todo en un escenario que permite ir de lo labor al entretenimiento, sin cambiar la pauta de trabajo.

Similitudes y diferencias de una misma red social

Básicamente Facebook at Work, exige las mismas condiciones para participar que el servicio original, e inclusive no es necesario tener cuenta en Facebook para poder utilizarla. Es suficiente con crear el perfil, para acceder al feed de noticias, compartir las mismas o los videos, chatear, y demás. Lo único a simple vista que cambia es que la pantalla no se viste del tradicional color azul, sino de otro (para muchos como una forma de control automática de los jefes para saber si el trabajador está en la red social o en la laboral). Otro punto similar cuestionable, es la posibilidad que tendrá cualquiera de los integrantes de la red dentro de la empresa, al menos en principio, de acceder a todos los contenidos incluso los chateados, algo que no siempre los compañeros parecen dispuestos a ofrecer tan abiertamente.

El desarrollo, que aspira a ser una alternativa de comunicación al correo electrónico cada vez más en desuso, tiene otras perspectivas. Se anticipa, por ejemplo, que el feed de noticias no se llenará de cosas sin interés, sino que el algoritmo, hará que se vean las actualizaciones de los compañeros con más actividad y las que más han sido compartidas.

Hasta el momento nada indica que Facebook at Work vaya a tener publicidad, con lo que es una interrogante la financiación del nuevo sistema. No obstante nada impide a la empresa de Zuckerberg, acceder a datos y preferencias de todo este nuevo paquete de usuarios, y darle un uso de respuesta financiera adecuada.