CIENCIA

Descubren nuevo planeta con temperaturas “prometedoras” para vivir

El telescopio espacial Kepler de la NASA descubrió tres planetas sólo un poco más grandes que la Tierra que giran alrededor de un mismo sol. El que tiene la órbita más externa es el más interesante, ya que se encuentra en la zona de habitabilidad de la estrella, una región donde las temperaturas de la superficie podrían ser lo suficientemente moderadas para que exista agua líquida y, quizás, la vida.

El telescopio espacial Kepler de la NASA descubrió tres planetas sólo un poco más grandes que la Tierra que giran alrededor de un mismo sol.

La estrella, EPIC 201367065, es una enana roja aproximadamente de la mitad del tamaño y la masa de nuestro Sol. A 150 años luz de nosotros, se encuentra entre las diez estrellas más cercanas que tienen planetas en tránsito. Su proximidad significa que es lo suficientemente brillante para que los astrónomos puedan estudiar las atmósferas de los planetas a su alrededor para determinar si son como la terrestre y pueden ser propicios a la vida.

Los tres planetas son 2,1, 1,7 y 1,5 veces el tamaño de la Tierra. El planeta más exterior, el de 1,5 radios terrestres, es el más pequeño del grupo y orbita lo suficientemente lejos de su estrella madre como para recibir los niveles de luz similares a los recibidos por la Tierra del Sol, según explica Erik Petigura, estudiante graduado de la Universidad de Berkeley que descubrió los planetas el pasado 6 de enero mientras realizaba un análisis informático de los datos de Kepler que la NASA ha puesto a disposición de los astrónomos. Calculó que los tres planetas reciben 10,5, 3,2, y 1,4 veces la intensidad de luz de la Tierra.

Parecido a la tierra

“Hay una posibilidad muy real de que el planeta más exterior sea rocoso como la Tierra, lo que significa que podría tener la temperatura adecuada para albergar océanos de agua líquida”, dice Petigura.

El descubrimiento es tanto más notable por el precario estado del telescopio Kepler, que perdió las dos ruedas de reacción que lo mantenían apuntando a un punto fijo en el espacio. Kepler renació en 2014 como “K2” con la estrategia de apuntar en el plano de la órbita de la Tierra, la eclíptica, para estabilizar la nave espacial. Kepler volvió para buscar planetas mediante la técnica de los eclipses o “tránsitos”, cuando los mundos pasan frente a sus estrellas y bloquean periódicamente parte de la luz estelar.

“Este descubrimiento demuestra que el K2 puede todavía encontrar planetas emocionantes y científicamente convincentes», dice Petigura. «Kepler todavía puede hacer una gran ciencia”.

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