Tecnología

Controlan los movimientos de un animal usando tan solo el pensamiento humano

La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, confirmó haber logrado una interfaz de comunicación directa cerebro a cerebro, mediante la cual un ser humano puede controlar los movimientos de la cola de una rata viva.

Mediante escáneres de resonancia magnética –del mismo sistema que elabora videojuegos controlados por la mente del jugador- conectados a un procesador de computadora a tiempo real, se genera una estimulación bidireccional. El avance impactante es que hasta ahora, la estimulación se había logrado hacer solamente en forma unidireccional, es decir del cerebro a la computadora: la conexión del cerebro de una persona a la computadora y de la máquina al cerebro del animal, constituyó un hito. La conexión al cerebro se había hecho hasta ahora implantando electrodos a la corteza motora del animal o estimulando eléctricamente zonas del cerebro, pero ambos métodos implicaban daños importantes a la masa cerebral.

El equipo de científicos en Harvard decidió evitar daños físicos que solían producirse al tratar de aplicar estímulos físicos al cerebro, mediante una estimulación transcraneal que evitara lo invasivo. El ultrasonido, que emite energía acústica focalizada logró el avance.

El pensamiento que logra mover a otros seres vivos

Utilizando la tecnología SSVEP (Steady State Visually Evoked Potentials), que permite “detectar” algunos tipos de pensamiento humano, los sujetos del experimento simplemente miraban a un círculo concreto cuando querían que la rata moviera la cola: lo lograron en un 95% de los intentos. El animal “obedeció” con la idea del humano y no vio afectado su cerebro ya que el sistema de ultrasonido resultó inocuo.

Ahora, los científicos quieren aprender las señales que da el electroencefalograma cuando movemos una pierna y cuando un brazo, sus diferencias, para lograr que la rata –u otro ser vivo- hagan el mismo movimiento.

Los científicos reconocieron que ya han recibido planteamientos éticos, en tanto hay quienes están temerosos que el sistema de conectar el cerebro de un humano a un animal para que obedezca, podría ser usado también con humanos.

“Este descubrimiento va más allá de tratar estudios morales o filosoficos. Incluso deberíamos dejar atrás incluso consecuencias indeseables que puedan surgir con la aplicación de esta tecnología emergente”, afirmó el equipo de universitarios, que alcanzaron el avance, en declaraciones que publica BBC Mundo.

 

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