Prevención

Adolescencia y consumo de drogas

Según la OMS en el año 2015 murieron 1,2 millones de adolescentes, en su mayoria por causas prevenibles o tratables. La principal causa de muerte son los accidentes de tránsito.

Foto de rawpixel / Unsplash
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De acuerdo a lo analizado en un Taller del Hospital Británico, llevado a cabo por la Dra. Lucía Maurente de la Policlínica de la Adolescencia y Psiquiatra Dr. Gabriel Rossi, los adolescentes en Uruguay representan el 24% de la población. Esta etapa implica muchos cambios: físicos, sexuales, psicológicos y sociales. Se da una crisis personal.

Según la OMS en el año 2015 murieron 1,2 millones de adolescentes, en su mayoria por causas prevenibles o tratables. La principal causa de muerte son los accidentes de tránsito. En Uruguay según un censo de 2017 los accidentes de tránsito y los suicidios comparten el primer lugar como causales de muerte en adolescentes. Dentro de los siniestros de tránsito, aparece como factor modificable el consumo nocivo de alcohol.

Según la VII Encuesta Nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media en 2016, el consumo de drogas ha venido en aumento, y muestra que dos de cada tres estudiantes consumió alguna droga en los últimos 12 meses, y uno de cada cuatro jovenes ha tenido episodios de intoxicación con alcohol en los últimos 15 días. El alcohol es la principal droga pero todas las demás, marihuana, cocaína y éxtasis, muestran un incremento.

NO EXISTE CONSUMO SIN RIESGO porque el adolescente se encuentra en una etapa donde hay una plasticidad neuronal. El cerebro está en desarrollo desde el vientre materno y hasta los 21 años. En el adolescente se produce la etapa de Neurodesarrollo: donde el cerebro que venia en constante crecimiento, deja de crecer para especializarse y mejorar en algún aspecto o funcionalidad. Pero con el consumo muchas de estas capacidades se neutralizan. Si se abandona el consumo se pueden recuperar esas potencialidades.

Hablamos de consumo y no de adicción, ya que probablemente un adolescente de 16 o 17 años no terminará siendo un adicto. El problema es que puede morir por un consumo problemático.  ̈La previa ̈ es un momento en que los adolescentes se juntan y eventualmente beben. Los padres pueden aprovechar esta instancia como aliado para monitorizar el comportamiento de sus hijos, acercarse y conversar con ellos. Es importante saberlos escuchar. Se debe buscar el diálogo antes de que salgan, y no después, para poder actuar en la prevención, planteándoles preguntas abiertas y en intervenciones breves.

Operando sobre el consumo

Lo importante es trabajar en lo cotidiano, dedicar tiempo a saber de sus actividades, saber a qué y con quién juegan. Incentivar en el uso del tiempo libre. Importa más lo que hacen los padres, que lo que le dicen al adolescente. Según estudios científicos, los padres que no consumen con sus hijos y que se enfadan con el consumo de éstos, influencian positivamente y el consumo disminuye a un 48%. Contra el 70% de consumo de hijos con padres más permisivos, por ejemplo aquellos que prefieren que sus hijos beban en sus casas. Esto es un error, ya que se les está facilitando la sustancia. La disponibilidad de bebidas en el hogar también influye a la hora de naturalizar el consumo y abuso.

El cannabis no tiene impacto mortal por intoxicación, sin embargo tiene un impacto en la memoria reciente, a corto plazo y en el aprendizaje. El aumento en la frecuencia de uso de cannabis también se asoció con una disminución del rendimiento en estas áreas.

La Junta Nacional de Drogas brinda un servicio telefónico a través del *1020 donde se puede consultar las 24 sobre temas relacionados con el consumo y las sustancias.

Puedes leer más sobre prevención de adicciones en adolescentes en el sitio web del Hospital Británico.

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