Recomiendan consumir menos carne y azúcar para una dieta saludable y sostenible

La Fundación EAT, plataforma global para la transformación del sistema alimentario, aconseja duplicar el consumo de fruta y vegetales y reducir el de carne roja y azúcar para lograr la sostenibilidad de una dieta saludable para 10.000 millones de personas en el año 2050.

El profesor de Harvard, Walter Willett, uno de los responsables de este informe dijo que “la transformación a dietas saludables para el 2050 requerirá cambios sustanciales en la dieta”.

En el documento, según recoge la agencia Efe, explica que “el consumo mundial de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50%”.

Mientras que señala que “una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere una buena salud y beneficios ambientales”.

El informe de la Fundación liderado por Walter Willett y el profesor Johan Rockström, pretende dar respuesta a los principales objetivos y contó con la colaboración de 19 Comisarios y 18 coautores de 16 países en diversos campos como la salud humana, la agricultura, la ciencia política y sostenibilidad ambiental.

Los expertos proponen realinear las prioridades del sistema alimentario para las personas y el planeta, producir más de la comida adecuada, de forma más eficiente, salvaguardar los océanos y la tierra y reducir radicalmente las pérdidas y desperdicios de alimentos.

Los investigadores analizaron los impactos potenciales del cambio en la dieta sobre la mortalidad por enfermedades relacionadas con la dieta con tres enfoques.

Y concluyeron que con cambios en las dietas actuales para volverlas más saludables probablemente se generen importantes beneficios para la salud y permitan prevenir aproximadamente once millones de muertes por año, lo que representa entre el 19 % y el 24 % del total de muertes en adultos.

Cuidar el medio ambiente

Sobre el impacto para el medio ambiente Rockström advirtió que «la producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resistencia del ecosistema».

Y consideró que «constituye el mayor impulsor de degradación ambiental y de transgresión de los límites planetarios y el resultado de la suma de ambas es grave».

Los autores del informe proponen unos límites dentro de los cuales la producción global de alimentos debería permanecer para disminuir el riesgo de cambios irreversibles y potencialmente catastróficos en el sistema terrestre.

Para su informe los investigadores toman el Acuerdo de París para el límite del cambio climático en relación a la producción de alimentos que pretende establecer el calentamiento global por debajo de 2 grado celsius, con el objetivo de 1,5 grados celsius y descarbonizar el sistema energético mundial para 2050.

Y afirman que la agricultura mundial deberá hacer la transición hacia la producción sostenible de alimentos.

Según el documento, resulta inevitable una combinación de cambios sustanciales hacia patrones dietéticos basados principalmente en plantas con reducciones drásticas en las pérdidas y desperdicios de alimentos y mejoras en las prácticas de producción de alimentos.

Rockström concluyó que «una transformación radical del sistema alimentario mundial es urgentemente necesario». Y dijo que si no se actúa «el mundo corre el riesgo de no cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Acuerdo de París».