NUEVA INVESTIGACIÓN

Consumo excesivo de sal podría alterar el ritmo cardíaco

Una dieta alta en sal puede aumentar el riesgo de sufrir fibrilación auricular, sugiere un nuevo estudio finlandés.

Consumo excesivo de sal podría alterar el ritmo cardíaco. Foto: Pixabay
Consumo excesivo de sal podría alterar el ritmo cardíaco. Foto: Pixabay

Científicos de la Universidad de Oulu, Finaldia, realizaron una nueva investigación que encontró que una dieta alta en sal aumenta el riesgo de sufrir fibrilación auricular, la forma de arritmia cardíaca más común.

Las personas con fibrilación auricular corren un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y, en casos extremos, también pueden provocar insuficiencia cardíaca.

No es una novedad que el consumo excesivo de sal aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente la presión arterial alta, el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular.

Para este trabajo, publicado en ‘Annals of Medicine’, los investigadores siguieron a un grupo de 716 hombres y mujeres de mediana edad durante un promedio de 19 años para probar su hipótesis. El equipo identificó a 74 personas diagnosticadas con fibrilación auricular de inicio reciente y comparó las tasas de incidencia según las estimaciones de la ingesta diaria de sal de los individuos.

Como resultado observaron una mayor incidencia de la enfermedad en aquellos que consumían los niveles más altos de sal en comparación con aquellos con la ingesta más baja.

“Este estudio proporciona la primera evidencia de que la sal en la dieta puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular de nueva aparición, lo que se suma a una creciente lista de peligros del consumo excesivo de sal en nuestra salud cardiovascular”, dijo el autor principal del estudio, Tero Pääkkö.

Y agregó que “las personas que corren un mayor riesgo de fibrilación auricular pueden beneficiarse de la restricción de sal en su dieta”.

Más estudios

De todas formas el investigador reconoció que “se necesitan más estudios confirmatorios” y que “los hallazgos son preliminares”.

Según explicó solo aquellas personas que necesitaban atención de emergencia fueron identificadas como fibrilación auricular, lo que puede ser una subestimación.

También resaltó que para la investigación se basaron en la estimación de la ingesta de sal a partir de la información recopilada en un diario de alimentos de seite días al inicio del estudio, lo que no puede ser 100% fiable y supone que los hábitos alimentarios de las personas no cambiaron durante el período de seguimiento.

Otros factores

El consumo de sal también se asoció de forma independiente con el riesgo de desarrollar la enfermedad después de considerar varios factores de riesgo, como la edad, el índice de masa corporal, la presión arterial y el hábito de fumar.

Por ejemplo los investigadores también observaron que las probabilidad de sufrir fibrilación auricular aumenta con la edad y afecta a siete de cada 100 personas mayores de 65 años.

“Dado que las estimaciones sugieren que más de las tres cuartas partes de la sal que ya se consume en los alimentos procesados, reducir la ingesta de sal de la población podría tener un impacto enormemente beneficioso en la fibrilación auricular de nueva aparición y la enfermedad cardiovascular en general”, dijo Pääkkö.

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