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Vivir cerca de espacios verdes reduce riesgo de sufrir esquizofrenia

Vivir cerca de espacios verdes como parques, plazas, montañas o playas, ayuda a tener una salud mental mucho más estable, en comparación con las personas que no tienen estos lugares cercanos a sus residencias.

Foto: Pixabay
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Salir es algo bueno. Respirar aire fresco, tomar algo de sol e incluso algo de ejercicio -ni siquiera ejercicio complejo, con solo caminar está bien- en seguida mejoran la salud y el bienestar general. Incluso el simple hecho de vivir cerca de espacios verdes como un bosque puede ayudar a su salud mental en general.

Sin embargo, esta proximidad al espacio verde no solo reduce el estrés, también puede reducir la fuerza de los mecanismos de riesgo asociados con la esquizofrenia, particularmente durante la infancia.

Las causas de la esquizofrenia todavía son en gran parte desconocidas para nosotros, pero desde la década de 1930, hemos rastreado las conexiones entre ella y la vida urbana, según publica la revista Scientific American. La vida urbana, con su potencial de aislamiento y exposición a la contaminación, parece causar suficiente estrés como para «erosionar el bienestar», como escribe Diana Kwon para Scientific American.

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Un saludable color verde

Un entorno más rural puede ser la clave para restar los efectos que causan la vida urbana en la salud mental y mitigar los factores de riesgo conocidos asociados con la esquizofrenia. Esto es lo que un grupo de investigadores daneses de la Universidad de Aarhus decidió investigar.

Los investigadores utilizaron imágenes satelitales de espacios verdes en Dinamarca capturados entre 1985 y 2013. Estos mapas se compararon con datos de los registros nacionales del país para personas nacidas entre 1985 y 2003 y se hizo un relevamiento para determinar si esas personas desarrollaron esquizofrenia o no.

Sus resultados, publicados en la revista científica Schizophrenia Research, encontraron que de las 943.027 personas censadas en el estudio, 7.509 de ellas fueron diagnosticadas con esquizofrenia. Además, aquellos que vivían en las áreas con la menor cantidad de espacios verdes enfrentaron un riesgo 1.52 veces mayor de desarrollar esquizofrenia en comparación con aquellos que vivían en las áreas con el mayor espacio verde.

Incluso después de tener en cuenta la urbanización, la edad, el sexo y el nivel socioeconómico, el aumento del riesgo se mantuvo estable. Sin embargo, una mayor exposición a espacios verdes ayudó a reducir el riesgo. Los espacios verdes no necesariamente tienen que ser parques o plazas; también puede ser áreas abiertas con árboles, zonas agrestes e incluso campos con sembradíos.

 

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